Barcelona, 05.11.2018,(EFE).
El precio de la energía, que se ha encarecido un 40 % en los últimos 10 años, la calidad de las viviendas y la situación socioeconómica son las causas que agravan la situación de pobreza energética que sufren más de 400.000 personas en Cataluña.
Así lo exponen las entidades sociales que organizan el II Congreso Catalán de Pobreza Energética, que se celebrará en las Cocheras de Sants de Barcelona los próximos 8 y 9 de noviembre.
El congreso, impulsado por ayuntamientos y entidades sociales, busca crear un "frente común que defienda y garantice los derechos energéticos de la ciudadanía, especialmente la que se encuentra en situación de vulnerabilidad energética o exclusión social", ha explicado a Efe Cristina Ramos, la directora de proyectos de Ecoserveis, una de las entidades organizadoras del congreso.
Los ayuntamientos de Barcelona, Sabadell y Badalona, el Área Metropolitana de Barcelona, la FMC, la ACM, la Mesa del Tercer Sector, la Alianza contra la Pobreza Energética, y la consultoría Ecoserveis son los organizadores del Congreso, que debatirá sobre cómo solucionar las causas que originan la pobreza energética.
Según Ramos, "los que más sufren la pobreza energética son mujeres y gente mayor" y son los que hacen más uso de los puntos de asesoramiento energético.
Estos puntos de asesoramiento, que se presentarán como novedad en el Congreso, están abiertos a la ciudadanía para, según Ramos, "empoderar a las personas a entender sus propias facturas".
El congreso contará con la participación de más de 100 ponentes, entre los que se encuentra el experto en política energética Javier García Breva, la directora de la plataforma Energy Action Project para el acceso de energía, Marylin Smith, o la gestora del Observatorio Europeo de Pobreza Energética, Harriet Thomson, entre otros.
Según el Instituto de Estadística de Cataluña (IDESCAT), más de 400.000 personas en Cataluña no pueden mantener su hogar a una temperatura adecuada y más de 65.000 casas han sido privadas de energía por causas económicas. EFE
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