Pasear por el centro de Murcia, por la calle Navarra, en el barrio de San Andrés, y encontrarse con esa pintada, causa desolación. Porque a veces uno duda de que vayamos en el camino correcto, de que estemos luchando adecuadamente contra la ignorancia y la intolerancia. Por momentos da la sensación de que retrocedemos.
Murcia, que fue fundada por un musulmán; Murcia, que podría ser una joya turística del nivel de Córdoba y Granada si los murcianos no hubieramos destruido durante el último siglo restos musulmanes de un valor incalculable; Murcia, que tiene abandonado el barrio musulmán encontrado en San Esteban, capaz de atraer por sí mismo más turistas que 20 aeropuertos o 30 AVES si se recuperara adecuadamente; Murcia, que celebra cada primavera el festival "Tres culturas"; Murcia, que alardea de fiestas de moros y cristianos; Murcia, sí, esta Murcia, mi Murcia, sigue de espaldas a su historia y no entiende su presente.
Afortunadamente hay personas que están trabajando para hacer de esta Murcia una ciudad moderna y capaz de acoger a cualquier persona, venga de donde venga, sea cual sea su religión. En este blog seguiremos prestando atención a estas personas, murcianos de colores diversos y una meta: la convivencia en paz, la justicia social.
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