Los sondeos y excavaciones arqueológicas promovidas por el Ayuntamiento de Carmona (Sevilla), gobernado por Juan Ávila, en la Iglesia de Santa María de la Asunción, levantada en el siglo XV sobre una antigua mezquita de la que sobrevive parte del patio de abluciones, han sacado a la superficie una cimentación que los expertos atribuyen al antiguo templo islámico, según informa el Consistorio. La potente cimentación, aún por datar con exactitud, parece corresponder con uno de los pilares que sustentarían las arquerías del 'haram' o sala de oraciones.
Se trata, en concreto, de una recia plataforma de argamasa sobre la que se levanta un dado de sillares escalonados. Sobre estos últimos, se sitúa el arranque del pilar propiamente dicho. Esta técnica de cimentación, que apoya la obra sobre una plataforma niveladora, es conocida en el mundo andalusí, por lo que los expertos deducen que el hallazgo puede ser encuadrado en el antiguo templo islámico sobre el que fue edificada esta iglesia. De hecho, y salvando las obvias distancias, se trata del mismo sistema que se adoptó en la construcción de la famosa torre de la Giralda, el alminar de la mezquita sobre la que fue levantada la Catedral de Sevilla.
En la excavación ha sido también descubierto un gran osario que parece ser el resultado del desmantelamiento del antiguo cementerio parroquial. Las naves de la iglesia debieron funcionar también como camposanto, puesto que se han detectado varias fases de enterramientos en sepulturas individuales.
Estos sondeos arqueológicos derivan de las cautelas arqueológicas asociadas a la reparación del hundimiento sufrido por un sector del pavimento de la iglesia de Santa María. La zona afectada se encuentra, en concreto, junto a la Puerta del Sol, es decir, en la nave de la Epístola, la más meridional de las tres principales que componen la iglesia.
La historia constructiva de la iglesia se conoce, al menos a grandes rasgos. Cuando en 1247 las tropas de Fernando III toman la ciudad de Carmona, en este solar se levantaba la mezquita aljama. Con leves modificaciones, esta mezquita fue consagrada para albergar el culto cristiano.
Seguramente las naves de los extremos este y oeste del haram se cegaron para acoger capillas y se abrió una nueva puerta, que aún se conserva hacia la calle Fermín Molpeceres. El deterioro causado por el paso del tiempo y por el terremoto de 1356 llevó a tomar la determinación de demoler la mezquita y levantar una iglesia cristiana, que no se concluiría hasta finales del siglo XVI.
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