En la mezquita del complejo memorial de Poklónnaya gorá de la capital rusa han empezado los primeros cursos en Moscú de islam para gente sorda. Los organizadores quieren que en un futuro los servicios religiosos en la mezquita se acompañen de la correspondiente traducción en lenguaje de signos, como ya se hace en una de las iglesias ortodoxas.
La idea de organizar cursos pertenece a la traductora de lenguaje de signos, Djamilia Zenina. “Tengo muchos conocidos sordomudos. Me pidieron que fuera a las iglesias, a las sinagogas y a las mezquitas para traducir el oficio religioso”, explica Djamilia. Ella es musulmana y por eso decidió organizar cursos de islam para sordomudos. La dificultad consistía en que no tenía local y tampoco educación islámica.
En primavera del 2012 Djamilia conoció a Yulia Zamaletdinovaya, graduada en la Universidad islámica de Moscú y que durante un tiempo había trabajado como voluntaria en una organización de gente sorda y ciega.
Juntas consiguieron ponerse de acuerdo con el director de la madraza de la mezquita de Poklónnaya gorá.
En octubre del 2012 empezaron a enseñar lengua árabe e islam a musulmanes con discapacidades auditivas y del habla. Al poco tiempo Aisha Karimova, una chica que había crecido en una familia de sordos se unió a los profesores. Aisha domina el lenguaje de los gestos aunque habla y oye perfectamente.
Los cursos se imparten los domingos. En las últimas clases había cerca de diez personas. Todos eran chicos jóvenes. Se comunicaban entre ellos exclusivamente mediante lenguaje de signos y a través de mensajes de texto.
Con la ayuda de Aisha los periodistas pudieron hablar con uno de los alumnos llamado Mussa. Explicó que llegó a Moscú procedente de Daguestán para estudiar en la facultad de educación física y practica taekwondo. Dice creció en una familia creyente y todos sus familiares oyen y hablan. En Moscú decidió asistir a los cursos de islam para sordomudos para aprender a leer el Corán.
“Para todos nuestros estudiantes lo principal es aprender árabe para poder leer el Corán en lengua original. No es posible hacer una traducción literal del Corán”, comentó
Yulia Zamaletdinova.
Zamaletdinova considera que en la sociedad rusa no hay buena actitud hacia los sordomudos. “Incluso algunos doctores publican artículos diciendo que en el islam una persona sordomuda es una persona de una categoría inferior y que cuando nace un niño así es una gran desgracia para la familia. Muchos aseguran que esa actitud negativa viene de la religión, pero no es verdad”, afirma Zamaletdinova.
Explica que lo que es imperdonable a un musulmán con buena salud, se perdona a uno con discapacidades. Por ejemplo, una persona con deficiencias auditivas y en el habla puede pronunciar de forma imprecisa las palabras del Corán durante la oración. Yulia Zamaletdinova y Djamilia Zenina confían que con el tiempo las prédicas en la mezquita irán acompañadas de traducción con la lengua de signos.
La experiencia ortodoxa
En la Iglesia ortodoxa dedicada al icono Tijvin de la Madre de Dios, en la calle Vostóchnaya, se celebran misas en la lenguaje de los signos desde el año 1991. Andréi Goriachev y el cura Valentín Terejov predican en lenguaje verbal y no verbal.
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