El Ayuntamiento de Barcelona ha señalado que es "necesario" construir una nueva mezquita en el barrio de Sants, situada en la calle Súria, debido a la situación de “precariedad” e “incertidumbre” de la comunidad islámica, ya que el local en el que se encuentra está afectado por un plan urbanístico y será derribado.
El consistorio aportará 131.744,18 euros para las obras de “adecuación” del centro cultural islámico -más del 75% de su coste total-, según quedó recogido en el punto 59 de los acuerdos que el gobierno municipal adoptó el pasado mes de diciembre.
Ante las críticas, el equipo de Ada Colau ha señalado que “no cede espacios municipales ni da ayudas económicas dirigidas a la financiación de actividades de culto religioso” sino que “el apoyo al Centro Islámico de Sants se enmarca dentro de una línea de actuación municipal que actualmente ya se desarrolla”. Asimismo, ha declarado que “desde 2014 existe una línea de subvenciones para ayudar a las comunidades religiosas a cubrir los gastos derivados del arreglo de los locales de culto" y que a pesar de que "legalmente a la comunidad islámica no le corresponde la indemnización”, ha decidido otorgársela por "la excepcionalidad de su situación”.
Numerosos vecinos, convocados por la Plataforma per Catalunya, han protestado esta semana contra la "imposición" del centro cultural islámico con una cacerolada. "Gente que vive aquí desde hace 80 años no está dispuesta a que le pisen su dignidad", han asegurado.
Alabanzas a los musulmanes y ataques a los cristianos
Colau ya presentó un plan para luchar contra la islamofobia que incluía "decenas de medidas para erradicar la discriminación de la población musulmana". Señaló que estaba estudiando cómo "tratar por la vía administrativa manifestaciones de odio en el espacio público contra los musulmanes en los casos en que no pueden considerarse comportamientos delictivos, pero sí discriminatorios". Y destacó que la islamofobia puede "embarrar" la convivencia y la cohesión social por lo que es necesario "visibilizarlo" y "desautorizar el populismo xenófobo".
El líder del PP en Barcelona, Alberto Fernández, manifestó que “la mejor forma de luchar contra la islamofobia era exigir a imanes, mezquitas y comunidad musulmana integración y respeto a nuestros valores, entre ellos el papel de la mujer en nuestra sociedad”. En este sentido, hizo hincapié en que los musulmanes, además de derechos, también tienen obligaciones, y que “como cualquier otro barcelonés deben cumplir la ley e integrarse, así como respetar las costumbres del país que les acoge”. “Nadie puede apelar a su cultura, religión, o país de origen para infringir normas esenciales de nuestra convivencia”, declaró.
Cabe recordar que mientras se vuelca con el Islam, Colau ha atacado en numerosas ocasiones a los cristianos. Hay varios ejemplos: El ‘Padrenuestro’ blasfemo recitado por la poetisa Dolors Miquel durante la entrega de los premios Ciudad de Barcelona, la prohibición de una misa en recuerdo de las víctimas de la Guerra Civil en el castillo de Montjuic o la exclusión de los actos oficiales de la tradicional misa el Día de la Merced.
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