Los musulmanes españoles advierten de un aumento de la islamofobia por parte de un sector de ultraderecha en España en 2016, ante los atentados terroristas en Europa y la llegada de refugiados, según revela el informe especial sobre islamofobia de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE) y el Observatorio Andalusí, en el que también ponen de relieve que, más allá de estos grupos, la reacción de la mayoría de los españoles es serena y positiva.
"En España, aunque la reacción social general de la población es serena ante el terrorismo, también se detecta una cierta reacción de sectores de ultraderecha identitaria, quienes se creen justificados para atacar la visibilización de los conciudadanos musulmanes", subraya el estudio, al que ha tenido acceso Europa Press. En concreto, precisa que estos ataques se dirigen especialmente contra las mezquitas o contra las mujeres con velo.
Además del terrorismo, los autores del informe indican que otro hecho que ha podido contribuir al incremento de los delitos de odio no solo en España sino en Europa, es la llegada de refugiados. Si bien, insisten en que la población española en general adopta una actitud "positiva" hacia el trato humanitario y de ayuda a refugiados, ya sean musulmanes o cristianos. De esta forma, precisan que las "reacciones de violencia física y dialéctica" contra los muslimes se limitan a ese sector "muy ideológico" y "minoritario".
Entre las expresiones contra el Islam en España, la UCIDE y el Observatorio Andalusí citan "agresiones violentas contra personas y propiedades musulmanas" aunque, al mismo tiempo, ponen de relieve el "eficaz" trabajo de prevención policial contra los delitos de odio y de los servicios de delitos de odio de la Fiscalía.
También denuncian que algunas plataformas políticas y medios divulgan "estereotipos" sobre los musulmanes que provocan entre los vecinos de barrios donde hay una mezquita, "temor a desórdenes públicos, extremismo ideológico, problemas de convivencia, violencia o terrorismo".
A nivel europeo, el estudio constata también un incremento de la islamofobia y recoge los datos del Informe Mundial 2016 de Human Rights Watch, que habla de la utilización de la "política del miedo" ante la inseguridad provocada por el terrorismo y ante la ola migratoria.
El estudio también se hace eco de las expresiones contra los católicos y señalan que se producen asimismo casos de "cristianofobia con ataques contra sacerdotes e iglesias católicas por parte de extremistas laicistas".
Por otro lado, en un apartado titulado 'Relaciones institucionales, la UCIDE y el Observatorio Andalusí exponen la situación de los derechos de los ciudadanos musulmanes que viven en España. En el ámbito educativo, denuncian que existen administraciones que siguen sin ofrecer en sus impresos de matrícula la opción de la clase de Religión islámica; en el militar, que el Ministerio de Defensa "no parece dispuesto a contratar imanes castrenses"; y en el sanitario, dicen que las Consejerías de Sanidad "no parecen interesadas en contratar imanes hospitalarios".
IMAMES PARA DESRADICALIZAR A PRESOS
Sobre la administración penitenciaria, los autores del informe reconocen que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias autoriza "unos pocos" ministros de culto islámico para cárceles de su competencia. En relación a la propuesta del Ministerio del Interior de contar con religiosos para desradicalizar a presos, consideran que "la experiencia de la asistencia religiosa penitenciaria siembra de incertidumbres el proyecto".
En cuanto a los cementerios, señalan que aunque los ayuntamientos conceden licencias, no se muestran dispuestos a conceder parcelas y, en el caso de las mezquitas, indican que en algunos consistorios la obtención de licencia se convierte en "un larguísimo camino lleno de obstáculos burocráticos y de oposiciones vecinales". En esta línea, enumeran algunos conflictos latentes en municipios: "permisos arbitrarios, normas contradictorias, autorizaciones que no llegan, inspecciones constantes y meticulosas o exigencias de aforo".
En todo caso, también proponen como ejemplo algunas buenas prácticas puestas en marcha en algunas zonas de España como Galicia, donde ocho alcaldes han firmado una declaración pública en la que se comprometen a luchar contra la islamofobia, promoviendo un clima de convivencia y respeto y evitando la estigmatización; Barcelona, donde el Ayuntamiento quiere implantar un plan municipal para combatir la islamofobia; o Navarra, donde el Gobierno foral y la comunidad islámica han constituido un grupo de trabajo permanente en favor de la integración de los musulmanes.
Otra forma de exteriorizar la islamofobia, según indican, es el rechazo al uso del velo por parte de las mujeres de esta religión y las "ofensivas" se centran, según precisan, en la prohibición del nicab "llamándolo burca" en edificios públicos o la calle, y contra el hiyab en centros educativos o lugares de trabajo. Si bien, también destacan algunas buenas prácticas como la llevada a cabo por el Club de Baloncesto Marcelina de Benifaió (Valencia) que, tras consultar a la Federación de Baloncesto y a la Consejería de Igualdad, permitió a una deportista jugar con velo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario