Madrid,21/04/2017,cadenaser.com
Una credencial para votar es fotografiada sobre los panfletos de los once candidatos para las presidenciales francesas en París / IAN LANGSDON (EFE)
La silenciosa minoría, 5 millones de musulmanes franceses, tradicionalmente ha votado por los partidos de izquierda, pero este año les tocará escoger un candidato como Macron o Fillon, para evitar que suba al poder Marine Le Pen.
En las elecciones de 2012, Francois Hollande ganó con el 51% de los votos y logró capturar el 90% del voto musulmán, decisivo para darle la victoria al socialista
En Francia, el islam ha sido el tema que más atención ha recibido a lo largo de los últimos años. No obstante, durante las elecciones presidenciales poca atención se les ha dado a los votantes musulmanes y lo que opinan sobre los candidatos. A unas horas de la primera vuelta electoral, el voto musulmán podría ser fundamental en decidir quién será el próximo ocupante del Palacio Eliseo. “Si dios quiere, no será Marine Le Pen,” le dice Nassim a un reportero del diario Político con angustia. “Pero si lo llega ser, tendremos que aceptar nuestro destino”. Repartiendo volantes enfrente de Congregación de Musulmanes Franceses, al norte de París, el joven de 25 años dice que votaría feliz por cualquier otro candidato menos Le Pen; aunque eso signifique abandonar sus convicciones de izquierda.
EL ELECTORADO MUSULMÁN
Nassim es uno de 5 millones de musulmanes franceses que están preocupados por el resultado de las elecciones y prefieren ver a cualquier otro candidato llegar a ser a presidente, menos Le Pen. El dilema que Nassim atraviesa, es uno al que muchos musulmanes se enfrentan en estas elecciones. Tradicionalmente, la mayoría de musulmanes son leales a la izquierda política de Francia, pero en estas elecciones tendrán que escoger entre una candidata de extrema derecha o un candidato centrista como Emmanuel Macron o incluso uno de derechas como François Fillon. Este año no ha sido prometedor para la izquierda que no cuenta con un candidato con suficiente respaldo político como para pasar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales. Frente a una izquierda débil, los musulmanes franceses tendrán que escoger entre una serie de candidatos cuya ideología no necesariamente comparten o correr el riesgo de que Marine Le Pen suba al poder con un discurso islamófobo. “Si Marine Le Pen llega al poder, nuestro sueño y objetivo común de vivir uno al lado del otro se habrá terminado”, dice Nassim, un estudiante parisino que estudia Administración de Empresas en una de las mejores universidades de Francia.
Todos los años 50.000 visitantes atienden la Congregación de Musulmanes Franceses que se reúne en el suburbio de Le Bourget, París, para discutir sobre política y celebrar rituales religiosos. Amar Lasfar, el máximo responsable de la congregación y quien ha estado al frente de la organización durante 34 años, pidió que “todos los miembros que voten para impedir que suba al poder de la candidata de la extrema de derecha.” A tan solo pocos días antes de que se celebrará la reunión, Le Pen tuiteó un vídeo en el que le exige al Ministerio de Interior de que cierre el evento alegando que la Congregación tiene vínculos con el partido egipcio la Hermandad Musulmana y acusó los integrantes de “difundir un discurso de odio”. Lasarf acusó a la líder del Frente Nacional de añadir “aceite y fuego” a la retórica islamófoba en Francia y defendió las prácticas de su organización.
Le Pen tiene muy claro que no podría llegar a capturar el voto musulmán. En las elecciones de 2012, un estudio realizado por el Instituto de Opinión Publica demostró que el 86% de los votantes musulmanes votaron por François Hollande, quien ganó con el 51% de los votos nacionales. El voto musulmán que -equivale al 5% del voto nacional- fue decisivo para darle la victoria al candidato socialista.
Durante las últimas décadas los musulmanes han sido tradicionalmente de izquierdas, motivados por los valores humanistas que esta formación suele apoyar. Sin embargo, las últimas generaciones, entre los musulmanes más jóvenes, la ideología ha cambiado. Hoy en día, temas como revivir la economía de Francia y asegurarse que sus hijos tengan la mejor educación, han dominado en la retórica entre las terceras y segundas generaciones de franceses musulmanes. Shaïma Seghiri, una joven de 19 años, dice está de acuerdo con Le Pen, que debería salirse Francia de la Unión Euorpea porque revería la economía. La estudiante, no obstante, teme lo que implicaría tener a Le Pen de presidenta. “Es una lástima” añade Nour, una estudiante de Medicina, “porque sus políticas no son malas”.
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