La Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha insistido en que la medida del régimen de Israel de demoler las viviendas de los palestinos acusados de realizar ataques contra blancos israelíes viola las leyes internacionales.
"Las demoliciones como castigo deben cesar. Contravienen el derecho internacional y amenazan con socavar la ya de por sí frágil situación", ha advertido el Coordinador Humanitario Residente de Naciones Unidas en el territorio ocupado palestino, James W. Rawley, en un comunicado.
Rawley ha afirmado que dicha práctica contraviene un amplio abanico de las convenciones y leyes internacionales que el régimen de Tel Aviv ha aceptado, como la que veta categóricamente los castigos colectivos.
"Las demoliciones punitivas son una forma de pena colectiva que castiga a personas por actos que no han cometido y deja a personas inocentes sin hogar" y que "el impacto sobre niños, mujeres y ancianos es particularmente devastador", ha denunciado el responsable de la ONU.
Además, ha señalado que en sus últimas conversaciones con el primer ministro israelí, Benyamin Netanyahu, el presidente palestino, Mahmud Abás, y el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha expresado su gran preocupación al respecto.
Entre el 1 de junio y el 30 de noviembre del año en curso, las fuerzas del régimen de Tel Aviv han demolido o precintado al menos cinco casas de los supuestos autores de ataques contra israelíes, lo que dejó sin hogar a 34 palestinos, incluidos 16 niños. Entretanto, según el comunicado de Rawley, otras seis familias, entre ellas cuatro en Al-Quds (Jerusalén) y dos en otras partes de Cisjordania, corren el peligro de ser desplazadas.
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