jueves, 2 de abril de 2009

Riay Tatary: «En las mezquitas sólo se lanzan mensajes de paz y seguridad; hay fallos, pero eso es humano»

SECRETARIO GENERAL DE LA COMISIÓN ISLÁMICA DE ESPAÑA

El secretario general de la Comisión Islámica identifica el de la enseñanza religiosa como el principal problema de la comunidad en España y asegura que “todos” los templos de culto están ya regularizados


CEUTA,01-04-2009,elpueblodeceuta.es,Gonzalo Testa

Cabeza más visible de la bicéfala Comisión Islámica de España y presidente de la UCIDE, la federación de entidades musulmanas que según sus propios cálculos representa “al 80%” de los fieles de Alá que viven en España y que ya superan el millón, Riay Tatary (Damasco, 1948) anda estos días por Ceuta, una ciudad cuya actualidad conoce sorprendentemente al detalle pese a vivir en Madrid desde hace casi 40 años, ofreciendo un curso en el Centro de Profesores y Recursos (CPR) local sobre el Hadiz, los dichos y las acciones del Profeta Mahoma relatadas por sus compañeros y compiladas por aquellos sabios que les sucedieron. Ayer dedicó un rato a este periódico para hablar de todo lo demás.

Pregunta.- Casi veinte años después de la creación de la Comisión Islámica de España [el legítimo órgano representativo del Islam y de los musulmanes ante la ciudadanía y ante la Administración para la representación, negociación, firma y seguimiento de los acuerdos Islam–Estado adoptados en Ley 26/1992], ¿qué balance hace del trabajo que ha desarrollado? ¿Ha cumplido de forma efectiva los objetivos para los que se cosntituyó?

Respuesta.- Yo creo que está cumpliendo perfectamente su papel. Ahora lo que hace falta, que es lo que estamos haciendo, es actuar para hacer posible que la Comisión dé cabida a todas las sensibilidades musulmanas presentes en España. En eso es en lo que está centrada la UCIDE, pero también otras.

P.- ¿Qué sensibilidades del Islam están presentes en España pero no en la Comisión Islámica?

R.- No podría decirle ahora. Estamos en contacto con todo el mundo para tender ese puente de diálogo y acercamiento del que le hablo.

P.- ¿Han abierto una reflexión para modificar su estructura? ¿No sería mejor, más útil, más efectivo, tener una sola cabeza?

R.- Estamos en vías de hacerlo. Hicimos una prueba que no ha resultado pero espero que la Comisión lo consiga.

P.- ¿Cómo son sus relaciones con el otro secretario general de la Comisión, el ceutí Mohamed Ali, presidente de la FEERI?

R.- Todos nos llevamos perfectamente [sonríe].

P.- En España viven actualmente más de un millón de musulmanes. ¿Usted se siente legitimado como portavoz de toda esa comunidad?

R.- La UCIDE representa a casi el 80% de las comunidades islámicas en España.

P.- ¿La otra Secretaría General de la Comisión Islámica, la de la FEERI, representaría al otro 20%?

R.- A un 10%.

P.- Dando por ciertas ambas cifras aún quedaría un 10% por situar

R.- Está libre. A lo mejor no quiere ni siquiera pertenecer, sino estar reconocidos jurídicamente y participar, sin más.

P.- ¿Cuántos problemas genera tener una Comisión bicéfala con dos rostros tan divergentes, al menos en algunos asuntos?

R.- La función de la Comisión Islámica es ejercer como interlocutor en relación con el Acuerdo de Cooperación con el Estado de 1992 para aplicarlo. La otra parte, la más importante, es el Estado, que debe conocer y facilitar el cumplimiento de las necesidades de la comunidad musulmana española.

P.- ¿Cuál es el principal problema de ese colectivo?

R.- La enseñanza religiosa islámica, que se imparte en pocas comunidades. El mayor número de alumnos no la disfrutan. En Madrid, Cataluña, Valencia..., donde hay un número de musulmanes bastante importante, no se aplica. Sí en Andalucía, Aragón, Canarias y las ciudades de Ceuta y Melilla. Este año hemos comenzado en el País Vasco.

P.- ¿Esa es una reivindicación que deben recibir el Estado o los gobiernos autonómicos?

R.- El Estado está cumpliendo en los territorios que son de su competencia. Son los gobiernos autonómicos, algunos, los que no están cumpliendo.

P.- ¿El resto de puntos del Acuerdo de 1992 se puedan dar por cumplidos?

R.- El resto no dependen del Estado directamente. Entran los municipios, con las mezquitas y los cementerios, y las autonomías, como con la enseñanza islámica.

P.- ¿Es un problema de sensibilidad de partidos?

R.- No, no parece tener nada que ver con que gobierno uno u otro partido. En Andalucía y en Cataluña gobierna el mismo partido, el PSOE. Es un asunto de voluntad política, pero no parece partidista.

Más profesores

P.- ¿Cuántos profesores de religión islámica hay actualmente en los colegios españoles y cuántos creen, desde su punto de vista, que harían falta?

R.- Ahora mismo son 44. Yo creo que las necesidades actuales superan los 164 docentes.

P.- La Comisión Islámica es, según el Acuerdo con el Estado de 1992, la encargada de proponer, como la Iglesia Católica, a los profesores que imparten las clases de religión musulmana. ¿Es un trabajo que UCIDE y FEERI hacen de común acuerdo?

R.- El convenio nos da la ventaja de formar y elegir a esas personas, aunque es el Estado el que las designa. Nosotros empezamos hace mucho tiempo y no sólo con religión islámica, sino también con el árabe, el idioma común de todos los musulmanes.

P.- ¿Cuando dice “nosotros” habla de la UCIDE o de la Comisión?

R.- De la Comisión Islámica.

P.- ¿Qué se le exige a los profesores que son contratados y empiezan a ejercer?

R.- Primero que tenga la misma titulación que el ministerio exige a cualquier profesor. Segundo, que se forme en la didáctica y la metodología adecuada para la enseñanza religiosa islámica. Normalmente todos pasan por ese periodo de formación. El curso que he venido a impartir en Ceuta es una prolongación más de ese periodo de formación permanente.

P.- Como el cristianismo, la religión musulmana tiene varias líneas de interpretación. ¿A cuál se ciñen más estrechamente los profesores que ustedes proponen al Estado?

R.- La existencia de esas distintas sensibilidades no llega a la mayoría de los musulmanes. Lo más importante es lo que tenemos en común, sobre todo si nos dirigimos a los más pequeños. Esas ramas tienen un contenido más político que religioso en términos estrictos. Lo que se enseña en las escuelas es lo básico, lo que consensuamos todos.

P.- Hay otro problema que no sé si usted considera tal que es el de la formación de los imames.

R.- No creo que nadie tenga que formar a los imames porque ya lo están. El asunto es que si vienen de fuera, de un contexto distinto al español...

P.- La mayoría, ¿no?

R.- No tanto. Muchos imames ya son de la generación siguiente a la mía, formados tanto aquí como en universidades internacionales reconocidas mundialmente. Lo que hace falta es que los extranjeros que ejercen aquí contextualicen su formación, conozcan el idioma, nuestro Derecho Constitucional, cómo está configurado el Estado y cómo se integra lo religioso en él... Eso es lo que estamos haciendo desde hace 20 años a través de cursos y material publicado específico.

Facultad islámica española

P.- En Ceuta, con casi el 50% de la población de confesión musulmana, el 90% de los imames son extranjeros, marroquíes. ¿Cómo es posible a nivel estatal no sea así?

R.- Porque hay jóvenes españoles que se han formado o se están formando en sus comunidades y después pueden transmitir a su vez esos conocimientos. Ojalá pronto podamos tener una facultad en España para enseñar las Ciencias del Islam.

P.- ¿Para cuándo?

R.- Tenemos un proyecto adscrito a una universidad egipcia. Espero que pronto podamos tener una española con el reconocimiento del título del nivel de acuerdo con la nueva Ley Orgánica de Educación. Hace falta que el Estado, con el que mantenemos una relación excelente, dé un paso. Los derechos no se regalan, se luchan, se conquistan, y esperamos conseguir este también. Hace 20 años éramos una comunidad muy pequeña y hoy en día superamos el millón de personas.

P.- De estos, más de la mitad son musulmanes

R.- Según un estudio reciente hay aproximadamente 400.000 con nacionalidad española, muchos de ellos de Ceuta, Melilla y Canarias o de las nuevas generaciones que abrazan el Islam. Algo más de 600.000 son inmigrantes del país vecino. Unos 350.000 proceden de otros países musulmanes subsaharianos, del Magreb, Oriente Medio o Pakistán. Ese es el mapa de la población musulmana en España.

El papel de Marruecos

P.- Hace dos semanas Marruecos reclama influencia sobre la Comisión Islámica española en base a esa cuota de sus nacionales en nuestro país. ¿Le parece razonable?

R.- La organización de la Comisión Islámica es de carácter religioso. No vamos a hacer un Estado dentro del Estado. Todo dependerá de lo que quieran los musulmanes españoles.

P.- ¿Pero usted qué opina?

R.- Cada uno es libre de decir, desear y pedir lo que quiera. Lo que yo pretendo es que todas las decisiones contribuyan a la cohesión de la comunidad musulmana española.

P.- En Ceuta y Melilla sí hay un peso evidente de Marruecos en la vida cotidiana del Islam local. ¿Cómo se ve desde Madrid la evolución en ese sentido de las dos ciudades?

R.- Siempre hemos mantenido un contacto muy estrecho con nuestros hermanos ceutíes y melillenses, no sólo en el ámbito del Islam, sino también en el de la convivencia. Ahora estamos logrando que los imames tengan su propio estatuto, que las mezquitas estén registradas... Lo estamos consiguiendo y así lo demuestran los hechos.

P.- ¿La Comisión tiene un contacto asiduo con el Habus marroquí sobre los musulmanes de Ceuta y Melilla?

R.- No hemos tenido ningún contacto ajeno a la comunidad musulmana española. Tenemos vinculaciones con instituciones islámicas europeas, nada más.

P.- ¿El problema de las llamadas mezquitas-garaje está solucionado?

R.- No las llamaría así. Las pequeñas mezquitas desempeñan una labor de integración y socialización excelente y así hay que valorarlo. La Administración debe, no obstante, ser sensible de la necesidad de que los lugares de culto islámico sean dignos.

P.- ¿Cuántas mezquitas hay en España?

R.- 585.

P.- ¿Cuántas de ellas están debidamente regularizadas?

R.- Todas. Y las que aún no, lo están tramitando. Antes dejábamos unos años de madurez para inscribirlas, pero a día de hoy se regularizan de inmediato.

P.- ¿Usted cree que alguien, el Estado o la Comisión, debe encargarse de controlar qué se dice en ellas?

R.- Estoy seguro de que en las mezquitas sólo se dirigen mensajes de paz y seguridad para todo el mundo. Hay fallos, pero es humano, y no sólo entre los musulmanes y en las mezquitas.

P.- Comparándonos con otros países europeos, ¿cómo de integrada está la comunidad musulmana española en la sociedad nacional?

R.- En España la inmigración es un fenómeno reciente, pero a pesar de ello diría que la integración ha tenido unos efectos muy positivos. Hay personas que han llegado aquí sin saber español y al poco tiempo ha logrado comunicarse, trabajar, socializarse con su familia en su entorno... Yo lo he visto.

P.- ¿Cree que España ha sabido disolver la asociación perversa que, sobre todo después del 11-M, se estableció entre Islam y terrorismo?

R.- Creo que sí. Los musulmanes lo hemos hecho desde el primer momento y así se lo pedimos al resto de la sociedad española. Nuestros niños juegan, salen y viven con los demás. Esa es nuestra convivencia, la que queremos. Si una parte de los musulmanes, un grupúsculo pequeño, ha cometido atrocidades a los primeros que nos perjudica es a nosotros. España tiene una cultura del terrorismo lo suficientemente amplia como para entenderlo.

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