Científicos de Siberia demuestran que el aumento en dos grados de la temperatura del suelo de la tundra duplicaría las emisiones de dióxido de carbono del suelo.
Si la temperatura del suelo de la tundra —la enorme extensión de territorio desprovisto de árboles y de subsuelo congelado que cubre parte de Siberia, Alaska y norte de Canadá— aumentara en dos grados, las emisiones de dióxido de carbono del suelo se duplicarían, según quedó patente en una serie de experimentos realizados por científicos siberianos, cuyos resultados han sido publicados en la revista Doklady Earth Sciences, Geojimia.
Para investigar la reacción del suelo al calentamiento, los investigadores del Centro de Investigación Federal de Krasnoyarsk de la Rama Siberiana de la Academia de Ciencias de Rusia desarrollaron cámaras con temperatura y humedad ajustables y colocaron en ellas suelo ártico traído se Yakutia, informa la página web del Centro.
Vista aérea cerca de la ciudad de Cherski, en el noreste de Siberia el 28 de agosto de 2007.Suelos congelados del mundo se están calentando y Siberia es la zona más perjudicada
Los científicos recrearon en las cámaras 80 días de 'verano ártico', que se caracteriza por un clima relativamente cálido. También lograron medir la cantidad de gases de efecto invernadero que se emiten al medio ambiente.
A temperaturas habituales, el dióxido de carbono se libera en grandes cantidades al comienzo de la temporada de calor. Al final del verano, esta corriente cae a cero. Sin embargo, cuando la temperatura en la cámara aumentó en dos grados con respecto a la temperatura normal, la velocidad de emisión de dióxido de carbono no disminuyó durante los 80 días del experimento.
El nivel de emisiones de metano, otro gas de efecto invernadero, no aumentó.
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