El Campus Universitario acoge, desde este jueves y hasta el próximo sábado, unas jornadas dedicadas a analizar el “Multiculturalismo, integración y conflicto”, organizadas por la UNED, el Instituto Max Planck y la Universidad de Huelva. El seminario analiza la convivencia entre distintas religiones en una ciudad, como Ceuta, a la que los investigadores admiten que no han venido “a enseñar, sino a aprender”
Si el Real Madrid es el referente histórico en la Champions, el Instituto Max Planck lo es en los Premios Nobel: hasta dieciseis galardonados por la Academia sueca en distintas modalidades se han formado en la entidad alemana. Da ello idea, tal vez, de la importancia académica de que el Instituto se haya decidido por Ceuta a la hora de organizar unas jornadas que analicen algo que les ocupa y les preocupa: la integración, la convivencia, el multiculturalismo y también los recelos y problemas que estos fenómenos conllevan. Y aunque confundan gentilicios -ceutanos por ceutíes; mera anécdota perdonable a quien habla ocho idiomas-, saben muy bien el terreno que pisan. Hasta el punto de que Günter Schlee, antropólogo, afirma que más que a enseñar vienen a aprender.
Schlee señala que hay dos tipos de modelos de convivencia: el clásico y medieval -así lo define- y uno más vanguardista, más ajustado a la Europa que será o que quizá ya sea. En este segundo epígrafe, sitúa a Ceuta.
En esta tesitura, subraya que no hay que tener miedo a la posibilidad de que algún día, la población musulmana pueda ser mayoritaria tanto en Ceuta como en muchas regiones de Europa. Schlee sugiere para ello anteponer la condición de ciudadano a la de creyente de una determinada religión.
El profesor no pasa por alto que en los últimos tiempos vuelve a resurgir la extrema derecha, con responsabilidades de Gobierno ya en Italia o Hungría y con una fuerza cada vez mayor en Francia, Grecia, Reino Unido o la propia Alemania. Aquí hace una distinción clara: siempre florecerán más los extremismos y los rechazos en ambientes pequeños y rurales que en ambientes cosmopólitas y urbanos.
El congreso ha sido inaugurado por el consejero de Educación, Javier Celaya, y concluirá en la mañana de este sábado. Por cierto, una anécdota deliciosa: Schlee ya visitó Ceuta, de mochilero, a sus diecinueve años. Quiso cruzar la frontera, pero su pelo largo lo impidió. A Hassan II, dice que le dijeron, no le gustaban los hippies.
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