Manila, 29/01/2014,dw.de
Luego de 40 años de conflicto y más de 150.000 muertos, el Gobierno y MILF pusieron término a las negociaciones con un resultado exitoso.
Cuarenta años de conflicto para intentar crear un Estado musulmán independiente en Filipinas han llegado a su término, luego de que el Gobierno de ese país y la guerrilla del Frente Moro Islámico de Liberación (MILF por sus siglas en inglés) alcanzaran un acuerdo este sábado (25.01.2014) que supone el desarme de los rebeldes a cambio del reconocimiento de su identidad como minoría musulmana en un país de mayoría católica.
Eso, junto a cierta autonomía con gobierno propio aparece en el “acuerdo de normalización”. Allí se estipula que antes que termine el año 2016 se creará una región autónoma con el nombre de Bangsamoro o “nación musulmana” en la isla de Mindanao. Las negociaciones se realizaron en Kuala Lumpur, Malasia, donde desde el pasado miércoles 22 de enero se repitieron los encuentros entre ambas partes.
De esta manera se cumple el último de los cuatro puntos fijados en un acuerdo marco provisional entre el Gobierno y los rebeldes firmado en octubre de 2012. El desarme era considerado un punto especialmente importante del plan de paz y muchos de los rebeldes se oponían al mismo. El proceso de desmovilización de los 12.000 combatientes de MILF será “gradual y por fases”, dijeron fuentes del Gobierno.
Un acuerdo de paz completo será firmado pronto en Manila, posiblemente la próxima semana, anunció el portavoz del presidente filipino, Edwin Lacierda. El objetivo del jefe de Estado, Benigno Aquino, es dejar encaminada la paz antes de dejar su cargo, a mediados de 2016. Mientras, el jefe negociador de MILF, Mohagner Iqbal, dijo a la prensa que “de la A a la Z, esto ha estado lleno de desafíos. Pero con la cooperación y determinación de todas las partes, no habrá obstáculos”.
Por su parte, la jefe negociadora del Gobierno, Miriam Coronel-Ferrer, dijo que esto marcaba “el fin de un proceso, el de las negociaciones formales. El proceso de paz tiene como finalidad dar una buena base a una paz sostenible en el tiempo, además de desarrollo para Mindanao”. La dirigenta añadió que el mayor desafío ahora es la “implementación” del acuerdo de paz. El conflicto ha dejado alrededor de 150.000 personas muertas.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, felicitó a las partes en conflicto por el acuerdo. “Es un verdadero momento histórico que prueba el compromiso de las partes con una paz duradera en la isla de Mindanao en Filipinas”, dijo en Bruselas. La UE apoya los acuerdos como socio en la cooperación al desarrollo del país y también como miembro de un grupo de observadores internacionales.
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