Estambul,02/12/2013,trtspanish.com
¿Quieren saber cómo se introdujo el café en Europa y cómo se prepara un café turco? Entonces no pasen sin leer este artículo nuestro. El café turco es el café peculiar de Turquía, sea por su sabor especial o sea por su espuma, olor, manera de preparación y ofrecimiento. Además es el único café que se toma con el poso.
El café que a principios del siglo XIV se extiende al mundo del sur de Etiopia, llega a Estambul en 1517 en manos del Gobernador de Yemen, Özdemir Bajá. Los granos crudos del café se rostizan en sartenes, se muelen en morteros y luego el café se cocina en jarros o cafeteras. Eso es cuando el café preparado adquiere el nombre “café turco”. El sabor y la fama del café turco se extienden a todo el mundo empezando por Europa, gracias a los comerciantes venecianos y marselleses que pasan por Estambul.
Tampoco hay que olvidar la contribución de los embajadores otomanos: en 1669 el Embajador Otomano el Señor Hoşsohbet Nüktedan Süleyman se envió a Paris para la visita del Rey de Francia. Mientras tanto, su comitiva de 20 personas ofrece el café turco a la sociedad de Paris. Le gusta tanto el café turco que al partir de la ciudad, el cafetero del Señor se queda en Paris para abrir una cafetería.
En 1683 el ejército otomano dejó en las verjas de Viena 250 kilos de café cuando tuvo que retirarse. Cuando los soldados austriacos quisieron derramar el café en el Danubio, George Kolschitzki, un agente que conocía bien la cultura turca, reconoció el café y lo tomó todo para abrir luego una cafetería en Viena.
Gracias a su espuma de terciopelo que se forma a la hora de cocinarlo, el café turco deja en el paladar un sabor que se mantiene para un largo rato. A su vez, esta espuma sirve para que no se enfríe rápidamente el café. En comparación con otros múltiples variantes, el café turco es más consistente, de sabor más intensivo y es más aromático. Es el único café que se toma cocinado. El azúcar se añade cuando se cocina.
La predicción del futuro mirando el poso del café se convirtió incluso en una tarea para ganar dinero.
Generalmente el café turco se toma después del desayuno. En turco el desayuno significa “kahvaltı”, es decir la unificación de las dos palabras “kahve” y “altı” que quieren decir “debajo del café”. Como ya lo señala esta palabra, hace falta que el estómago esté lleno por debajo del café. Pero es muy difícil resistir al café turco a cualquier hora del día una vez que se perciba su olor magnífico. Y aún sabiendo sus beneficios para la salud, es como una obligación tomarlo dos veces al día. Porque la cafeína que contiene el café estimula el sistema nervioso, refuerza la actividad mental y da energía. Se sabe que dos tazas de café al día reducen en un 25% el riesgo del cáncer de colon y cáncer de intestino grueso, reducen en un 45% el riesgo de cálculo biliar, minimizan el tumor en los cánceres de mamá y páncreas, impiden la cirrosis y son útiles contra la depresión.
A diferencia de los demás cafés del mundo, el café turco no se toma con prisa. Los turcos se visitan para “tomar un café” y luego no paran de charlar durante horas. Aparte existe una tradición imprescindible en relación con el café para las parejas que quieren casarse. El café quizás más importante que una chica turca tiene que preparar, es el café turco que cocina cuando viene a pedir su mano la familia del novio.
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