El escultor bosnio, Jasenko Djordevic, ejerce un arte distinto en el que dio lugar a la tragedia desgarradora del fallecido niño sirio Aylan
El escultor bosnio, Jasenko Djordevic, reflejó en su lápiz el dolor del niño sirio Aylan, quien perdió la vida al hundirse su bote en alta mar del distrito Bodrum de la ciudad turca de Muğla. El escultor conocido por sus figuras hechas en lápiz vive en la ciudad bosnia de Tuzla. Empezó a ejercer este arte suyo hace seis años y lo utiliza como un instrumento para crear una consciencia social.
El cuerpo sin vida del niño de tres años de una familia siria, que intentó escaparse de la guerra civil en Siria, se encontró en la costa turca. Djordjevic realmente congeló esta imagen del niño fallecido en la punta de su lápiz para que no vuelva a ocurrir tal tragedia. “Él era solamente un niño y no fue él quien causó la guerra. Esta obra mía no puede ayudarle pero tal vez puedo transmitir a los otros lo malo que es la guerra”, afirmó el escultor.
También el experimentó la guerra de Bosnia siendo un niño por lo cual vio la cara difícil de una guerra, comentó. Djordjeviç concluyó sus palabras diciendo que su obra de Aylan Kurdi se exhibe por una organización de derechos humanos que muestra actividades en Noruega.
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