Los científicos descubren que la vida media del isótopo xenón-124 es un billón de veces más larga que la edad del universo.
Gracias a un detector de materia oscura, un grupo internacional de científicos del equipo XENON Collaboration ha sido capaz de presenciar el "evento más raro jamás registrado": la desintegración radioactiva del isótopo xenón-124, según recoge un nuevo estudio publicado este miércoles en la revista Nature.
La descomposición del xenón-124 es extremadamente lenta. Los investigadores han descubierto que este isótopo tiene una vida media de 18 sextillones años: es decir, 18 seguido de 21 ceros. Esto significa un proceso un billón de veces más largo que la edad del universo.
El término vida media hace referencia a la cantidad de tiempo que necesita la mitad de los núcleos atómicos de una muestra de isótopos para cambiar espontáneamente a través de uno de los numerosos tipos que de desintegración radioactiva existentes. A menudo, ello incluye 'escupir' o capturar protones, neutrones y electrones en varias combinaciones.
"Una cosa rara multiplicada por otra cosa rara"
En este caso el equipo XENON Collaboration logró observar lo que los expertos denominan captura de doble electrón: dos protones de un átomo de xenón absorben simultáneamente dos electrones, resultando en dos neutrones. Para los investigadores se trata de "una cosa rara multiplicada por otra cosa rara, lo que lo hace ultra-raro".
"Vimos que se produjo realmente esta desintegración. Es el proceso más largo y lento que se haya observado directamente, y nuestro detector de materia oscura [el denominado XENON1T] fue lo suficientemente sensible como para medirlo", aseguró Ethan Brown, profesor asistente de física en el estadounidense Instituto Politécnico Rensselaer (Nueva York) y uno de los autores del estudio.
"Es asombroso haber sido testigos de este proceso, y ello significa que nuestro detector ha podido medir el evento más raro jamás registrado", agregó el científico.
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