Baecelona,25/06/2015,iemed.org
¿Por qué el yihadismo ha arraigado y tiene un impacto global? ¿Qué lo ha convertido en la opción contemporánea de radicalización para muchos jóvenes? Estas son algunas de las cuestiones debatidas hoy en el IEMed por el periodista Alain Gresh, el antropólogo Jordi Moreras y el investigador en islam político y salafismo Mohamed Ali Adraoui. El motivo del debate ha sido la presentación del último número de la revista afkar / ideas, en el que colaboran los tres.
Para Alain Gresh, periodista especializado en Oriente Próximo de Le Monde Diplomatique y Oriente XXI, la emergencia del yihadismo y la incapacidad de encontrar respuestas es fruto del análisis pésimo que se hace desde Occidente sobre la situación y las sociedades del mundo árabe-musulmán, así como de la lectura del papel de la religión. Es un análisis aún deudor del Orientalismo que es incapaz de comprender su diversidad.
Gresh citó la tesis de Graham Fuller (ex vicepresidente del Consejo Nacional de Inteligencia de EEUU y ex miembro de la CIA) en el libro "A World without Islam" por considerar que si el Islam no hubiera surgido, Oriente Próximo sería cristiano ortodoxo, también estaría dividido en varias nacionalidades, habría sufrido las mismas tensiones históricas con Europa y tampoco sería mucho más democrático. Todo ello nos lleva a considerar que los problemas en la región son políticos, no vinculados a la religión. Otra cosa es que los grupos terroristas actuales utilizan la religión, cuando en los años 50 por ejemplo, el rechazo y la lucha contra Occidente se hacía desde el nacionalismo árabe, el socialismo o comunismo...
Respuestas políticas
Gresh ha querido dejar claro que no tiene validez hablar de lucha contra el terrorismo, cuando bajo este concepto se etiquetan grupos y movimientos tan diferentes. "Tiene tan poco sentido como decir que llevaremos a cabo una guerra mundial contra los tanques, o contra las armas nucleares... Hay una guerra en llevar a cabo contra grupos políticos en contextos políticos determinados. Y hay una respuesta a las causas políticas si queremos drenar la fuente del terrorismo ". Para el periodista de Le Monde Diplomatique es fundamental que Occidente ponga manos a la obra en la resolución del conflicto palestino-israelí, abandone el doble lenguaje cuando se trata de defender la democracia en el Magreb y en Oriente Próximo y apoye decidido a los países que optan por la vía democrática, como Túnez.
La ideología yihadista
Por su parte, Mohamed Ali Adraoui, investigador del Programa Max Weber de la European University Institute, explicó el nacimiento y la evolución de la visión radical del Islam en que se sustenta el yihadismo. "Es partir de la segunda mitad del siglo XX, especialmente en Egipto, que los defensores de una visión radical del islam entran en conflicto con regímenes autoritarios y corruptos en una lucha desigual que los reafirma en la idea de un islam politizado "que incorpora el uso de la violencia y la exclusividad del buen musulmán. A partir de la guerra de Afganistán, el movimiento entra en la geopolítica mundial y se extiende de manera que hoy en día, su oferta religiosa, simbólica y militar tiene una gran capacidad de atraer un cierto número de perfiles sociales en todo el mundo . Adraoui alerta de que si no hay cambios sociopolíticos, las ideologías yihadistas que vemos en Oriente Próximo, en el Magreb y en África pervivirán.
Jordi Moreras, profesor del departamento de antropología, filosofía y trabajo social (Universidad Rovira i Virgili) recordó el hecho de que el actual debate sobre la radicalización y el yihadismo va de nuevo empapado de elementos islamófobos y que no se han puesto la práctica medidas y políticas de inclusión, organización y promoción social, que ya hacía mucho tiempo que se anunciaban. Tras recordar el ínfimo porcentaje que representan los 25 casos de jóvenes que han ido a combatir en Siria desde Cataluña, ha indicado que la radicalización debería estudiar desde la sociología y de la antropología, no desde la teología, y ha animado a hacer una reflexión sobre la crisis de los modelos de socialización que se ofrece a los jóvenes europeos.
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