Las convenciones internacionales para la protección del patrimonio no son capaces de frenar el expolio al que se ven sometidos países como Irak o Egipto. El próximo domingo, una empresa francesa piensa subastar un manuscrito del Corán que fue robado de la mezquita egipcia de Al-Azhar en tiempos de Napoleón. Los responsables de la mezquita, exigen que sea devuelto.
Como parte del llamado El Cairo Islámico, la mezquita de Al-Azhar es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Un título que no se aplica a la mayoría de lo que contienen sus muros y que, por lo tanto, no va a impedir que una empresa ubicada en Francia subaste uno de sus valiosos tesoros. Se trata de un manuscrito del Corán que data de la primera época Otomana de Egipto y que fue robado de la mezquita durante la invasión napoleónica. La subasta de esta reliquia ha levantado ampollas en Egipto pero no es más que una nueva prueba del expolio colonial.
El manuscrito conserva un texto de quien lo usurpó certificando su origen. El Imán de la mezquita de Al-Azhar, Ahmed al-Tayeb ha solicitado ayuda nacional e internacional para que sea devuelto a la institución, aunque las convenciones de la Unesco a las que apela se quedan, muchas veces, en papel mojado.
Quien ya ha declarado su apoyo a la petición de Al-Azhar es la Organización Islámica para la Educación, las Ciencias y la Cultura. Según la Isesco, el manuscrito debería volver a Egipto porque fue robado durante una guerra colonial y su venta contraviene la convención de la Unesco para la protección del patrimonio cultural en conflictos armados.
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