Los institutos de ciencias de la educación Josep Pallach, de la Universidad de Girona y de la Universidad de Barcelona, han puesto sobre la mesa la diversidad religiosa, la educación integral y la democracia en el octavo simposio Lengua, Educación e Inmigración, que se celebró jueves y viernes en el Centro Cultural La Mercè de Girona. Detrás la elección de este tema existe el convencimiento de los organizadores que hay que "encajar el hecho religioso" en "una escuela-laica-que respire cultura democrática", además de la constatación de que hay que dar respuesta a "retos" como qué impacto tendrán las religiones en la organización de la escuela o si deben estar presentes en los programas educativos, entre otras cuestiones.
La apertura del simposio, el jueves, estuvo a cargo de Rafael Díaz-Salazar, de la Universidad Complutense de Madrid, quien expuso "Identidades comunitarias, religiones públicas y democracia laica".
El programa continuó debatiendo el encaje de la formación religiosa en la educación laica, con dos expertos de las universidades de Barcelona (Jaume Trilla) y la Pontificia de Salamanca (José Luis Corzo) colindante opiniones. Maria del Mar Griera, integrante del equipo de Investigaciones en Sociología de la Religión (ISOR), de la Universidad Autónoma de Barcelona, ofreció la última conferencia del día, "Diversidad religiosa, secularización y nuevas formas de espiritualidad a Cataluña: una mirada sociológica ". El viernes tomó el relevo Jordi Moreras, también de la Autónoma, pronunciando "Del Islam trasplantado al Islam domesticado. Crónica de una desubicación anunciada (1974-2014)". Se realizó otra mesa de debate, en esta ocasión para analizar la respuesta de la educación a la diversidad religiosa y con las aportaciones de Teresa Guardans, del Centro de Estudio de las Tradiciones de Sabiduría, Jordi Nomen, de la escuela barcelonesa Sadako, y Luis Ylla, de la Fundación Jesuitas Educación.
Antes de que Carles Torner, de la Facultad de Comunicación Blanquerna, cerrara la programación de conferencias con "Entre el fundamentalismo y la indiferencia, el diálogo", se presentó una guía para la gestión de la diversidad religiosa en los centros educativos editada por la Dirección general de Asuntos Religiosos-se trata de La laicidad acogedora y la introdujo Juan Canimas, del Observatorio de ética aplicada a la intervención social, psicoeducativa y sociosanitaria. El caso de Olot a estudio Junto a las ponencias, la otra pata del simposio fue la exposición de experiencias concretas e investigaciones como la realizada por los profesores de la Universidad de Girona Jordi Feu y Xavier Casademont, que han estudiado el caso de Olot buscando la relación entre la diversidad religiosa y el urbanismo.
Tal como explican en su trabajo, la inmigración extranjera en la capital de la Garrotxa se empezó a notar a finales de la década de los 70, aunque los flujos de población más importantes se repartieron en dos períodos: entre finales de los años 80 y durante los 90, cuando "la inmigración, sobre todo la que proviene de Marruecos y de Gambia, deja de ser considerada coyuntural para convertirse en una realidad estructural en la ciudad", y del 2000 al 2008, entonces con una variedad más grande de procedencias marcada por la llegada de inmigrantes indios y chinos, y en menor medida de la Europa del Este y de Sudamérica.
En esta última oleada, los expertos destacan los cambios estructurales que vivió Olot y que afectaron tanto el urbanismo como las infraestructuras, las familias o la situación social, entre otros factores. Otra de sus conclusiones es que la disparidad de orígenes fue acompañada de una diversidad religiosa y de la voluntad de cada colectivo de vivir su religiosidad en la ciudad, pero no sólo de manera individual sino también co- lectiva. La evolución de las relaciones entre los poderes públicos y las entidades religiosas en el ámbito de la educación-en Cataluña y desde 1978 - centraron otra comunicación, realizada por el profesor de la Universidad de Vic Jaume Codina, quien remarca que "la única materia donde el alumnado estudia de forma separada y aislada es la religión".
Velo y crucifijo en la escuela pública Proveniente de la Universidad de Valencia, Mar Cosín presentó un trabajo que analiza la simbología religiosa en la escuela pública, centrándose en el velo islámico y los crucifijos, sobre la que considera que "hace entrever el carácter multicultural de una sociedad "al tiempo que" supone una fuente de conflictos ". Otro de los expertos que participaron en el simposio, Salam Adlbi Siba, de la Complutense de Madrid, planteó un punto de partida para estudiar la realidad del alumnado que pertenece a la minoría musulmana.
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