El presidente de la asociación Noor dice que su intención es habilitar un centro sociocultural y lamenta que la gente «piense mal antes de tiempo»
La polémica surgida en la última semana en torno a la presunta apertura de una mezquita y un centro sociocultural musulmán en Castro Urdiales no ha sentado nada bien a los precursores de la idea, la asociación Noor, creada hace dos años, e integrada por los 160 musulmanes que hay repartidos en el municipio.
El presidente del colectivo, Abdellaoui, niega que vayan a abrir una mezquita y aclara que se trata de un centro sociocultural, «en el que también vamos a rezar», y que cuenta con todos los permisos necesarios.
Este colectivo, que ha recibido el rechazo de algunos vecinos de la zona, que incluso han recogido firmas para impedir la apertura del centro, ubicado en la calle trasera de Silvestre Ochoa (anterior local de la Fundación DYA), no tiene nada que ocultar. De hecho, cuentan con toda la documentación procedente tanto del Gobierno de Cantabria como del Ayuntamiento de Castro, que también ha dado el visto bueno a la apertura del local.
«Los que formamos esta asociación llevamos tiempo viviendo en Castro, en mi caso diez años. Estamos muy bien integrados y no entendemos por qué la gente se opone a que abramos un centro de culto que no va a ocasionar ninguna molestia a nadie. La gente piensa mal antes de nada. Yo creo que es un tema de raza, porque no es entendible», apunta el presidente.
Desde el colectivo musulmán, aseguran que el nuevo local, que se está acondicionando poco a poco, servirá además para impartir clases de idiomas a los jóvenes musulmanes del municipio. «Tenemos previsto crear grupos para que puedan aprender castellano, árabe, inglés, francés... de manera gratuita». Además, quieren dejar claro que la apertura del local dependerá del dinero que tengan. Y es que la asociación se sustenta gracias a las aportaciones de sus integrantes. «No hemos pedido ninguna subvención al Ayuntamiento. Las obras que realicemos se irán costeando con las aportaciones que haga cada asociado».
El presidente de Noor asegura que si han tardado dos años en adquirir un local en Castro ha sido por el «elevado precio de los alquileres». «Este local nos cuesta al mes 723 euros. Lo importante es poder hacer frente a los gastos del agua y la luz».
«No hay intereses ocultos»
Abdellaoui espera que las cosas se calmen «porque no buscamos fama ni algo raro. Si tuviésemos algún interés oculto, no tendríamos todos los papeles en regla», apunta al tiempo que muestra toda la documentación que avala sus declaraciones.
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