175 millones de niños que no tienen acceso a la educación viven en países ricos en recursos

Madrid,15.09.2017,(EFE).

Más de 175 millones de niños que no tienen acceso a la educación viven en países ricos en recursos naturales, pero con los índices de pobreza más altos por los conflictos bélicos que generan la explotación de esa riqueza.

La ONG Jesuita para la Educación y el Desarrollo Entreculturas ha lanzado hoy la campaña de vuelta al cole "Escuelas en Peligro de Extinción", colocando una silla roja vacía, que denuncia la falta de escolarización, en alusión a esos colegios abandonados por conflictos originados por la explotación de los recursos naturales.

"La educación se percibe como un enemigo a batir; por eso son continuos los ataques y la destrucción de las escuelas. Se pretende acabar con la capacidad de progreso de las sociedades y sembrar el miedo para que la única vía de supervivencia sea someterse a la explotación" de los que gestionan esos recursos, ha explicado la responsable de Estudios de Entreculturas, Valeria Méndez de Vigo.

A la población de estos países, ricos en explotaciones de oro, plata, zinc y gas, sólo les queda la opción de aceptar esa explotación, en forma de trabajo infantil, abuso sexual de las mujeres, matrimonios forzados, o desplazarse a otras regiones.

Un ejemplo de esta situación es la República Democrática del Congo (RDC), con más de 3,8 millones de desplazados internos -en 2016 había 1,7 millones-, como consecuencia de la violencia que ejercen más de 70 grupos armados diferentes que luchan por el control de esos recursos, explica esta ONG.

Entreculturas trabaja en esas comunidades en las que se juntan familias desplazadas con otras que vivían en situación de pobreza, formando a las mujeres -confección, peluquería, carpintería- para que ellas puedan desarrollar sus propios ingresos con los que sacar adelante a las familias.

Lo ha explicado Hombeline Bahati, que fue desplazada y que pudo estudiar gracias a esta comunidad religiosa y ahora coordina las actividades en la localidad de Masisi, en Kivu del Norte, de la RDC.

"La formación tiene un impacto en la dignidad de las personas que la reciben, porque van a poder contribuir a pagar la educación de sus hijos y podrán alejarse de la explotación laboral" de las empresas mineras.

Esta organización intenta implicar a las familias, a través de la formación de las madres, en la educación de sus hijos, pagando a los profesores y el 50 por ciento de la escolarización de los niños y ayudándoles para que puedan aportar el otro 50 por ciento, ha detallado el director de la Fundación Entreculturas, Daniel Villanueva.

"Las niñas no estudian porque las familias no quieren invertir sus escasos recursos en alguien que va a pertenecer a la familia de su esposo y no tendría valor de vuelta", aclaran.

Con la campaña, la ONG pretende concienciar de que la educación es esencial para la adecuada gestión de los recursos naturales, la preservación del medio ambiente, la construcción de la paz y el cumplimiento de los demás derechos humanos.

Este mensaje va a ser trasladado a los escolares españoles a través de una red integrada por más de mil colegios, a los que se dota de material educativo, además de formar a los profesores en relación con estos contenidos que pretenden construir una ciudadanía comprometida en la defensa de los derechos humanos.