“Preferiría estar muerto antes que quedarme solo sin mi madre y mi padre”, dijo el adolescente palestino Amir Hamad, de 11 años de edad, quien perdió a sus padres y cuatro hermanos cuando una bomba israelí cayó sobre su casa, según un reportaje de la agencia francesa de noticias ‘AFP’..
Con su pequeña hermana de apenas 4 meses en brazos, Hamad declaró ¡me llamará papá y mamá!”.
“Nunca olvidaré” la jornada del Ramadán, continuó, “mis padres bebían café tras el fin del ayuno, cuando una bomba cayó sobre nuestra casa. Los vi por tierra y me di cuenta de que estaban muertos”, recordó.
Cifras de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) indican que al menos 373.000 niños en Gaza requieren de atención psicológica después de esta guerra.
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