Madrid,22/08/2014,elimparcial.es, Borja M. Herraiz
Entre los más de 20.000 milicianos que el Estado Islámico (ISIS) tiene como ejército propio operando en Siria e Iraq, al menos una treintena, si no más, cuentan con pasaporte español. Así lo cree el Ministerio del Interior, que desde hace meses vigila los movimientos de este reducido pero peligroso grupo por si alguno de ellos decidiera volver a España e intentara operar o captar nuevos yihadistas.
Desde que la guerra civil Siria estallara hace ya más de cuarenta meses, un pequeño pero incesante goteo de españoles ha decidido dejar su vida en nuestro país y enrolarse en las filas de los yihadistas radicales del ISIS, llegando incluso alguno a combatir en primera línea de fuego contra las fuerzas de Baschar al Assad o las tropas iraquíes y kurdas.
De hecho, sólo en 2014 la Policía ha logrado detener a 31 personas, entre las que se incluyen mujeres y menores, cuya intención era la de viajar hasta la región para combatir junto a los mártires del ISIS, lo que hace de nuestro país el que más detenciones ha practicado en este sentido.
Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado están en estado de alerta en torno a la amenaza que representa la captación de milicianos yihadistas. El idealismo religioso y la imagen de cruzada contra el infiel que se pregona entre jóvenes musulmanes de Madrid, Barcelona, Bilbao, Ceuta o Melilla, las principales canteras del movimiento, son la suma perfecta con la que cautivar a decenas de potenciales 'soldados de fe'.
Esta treintena de yihadistas abrían logrado llegar a Siria e Iraq a través de la vía marroquí, una importante lanzadera de milicianos islamistas que atraviesan el Magreb camino de Turquía y Oriente Medio a través de una intrincada red de contactos a la que sólo se tiene acceso si uno tiene por objetivo combatir junto a los 'hermanos' del ISIS. El destino final, Raqqa, la recientemente proclamada capital del califato del Estado Islámico.
En la actualidad, los servicios de seguridad europeos creen que en Siria y en Iraq combaten alrededor de 2.000 milicianos extranjeros, de los que el 18 por ciento provendría del Viejo Continente y un 1,5 por ciento de España. Lejos queda la representación francesa o británica, con unos 400 soldados cada uno, pero Interior no se fía y mantiene bajo vigilancia a aquellos que han partido a combatir en su cruzada particular.
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