Científicos españoles descubren que un antidiabético también puede servir para adelgazar

Madrid, 12.06.2014,EFE.

Se creó con un fin y ahora resulta que puede tener otras aplicaciones. No es la primera vez que ocurre en la medicina. Esta vez han sido investigadores españoles, de la Universidad de Santiago de Compostela, quienes han descubierto que un fármaco contra la diabetes disminuye también el peso corporal, es decir, puede ayudar a adelgazar.

 Su trabajo ha demostrado que uno de los mecanismos que se usan habitualmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2 (liraglutida) actúa en el cerebro de los roedores y activa un mecanismo para quemar grasa e incrementar el gasto energético, disminuyendo así el peso, con independencia de la ingestión de alimentos. Con el fármaco, pacientes con diabetes tipo 2 presentan un gasto energético más elevadoEl estudio señala también que los pacientes obesos con diabetes tipo 2 tratados durante un año con una terapia combinada, que incluye el mencionado fármaco, presentan un gasto energético más elevado que los pacientes tratados con otras terapias. 

El fármaco –un agonista del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP1)– fue autorizado para el tratamiento de la diabetes tipo 2 desde 2009. Han visto que es capaz de regular una enzima denominada AMPK en un área específica del hipotálamo, lo que provoca un incremento de la actividad del tejido adiposo pardo. Este tejido, a diferencia del adiposo blanco, no almacena grasa, sino que es una fuente natural de calor, para lo que necesita quemar más grasa y, dado que las calorías se almacenan en forma de grasa en el adiposo blanco, el tejido pardo, al incrementar su actividad y quemar esas calorías para producir calor, aumenta el gasto energético, causando, por tanto, pérdida de peso. 

Aunque todos los estudios fueron realizados en roedores, los resultados "son clínicamente relevantes", ya que pacientes obesos con diabetes tipo 2 y tratados con este fármaco también muestran un incremento del gasto energético similar al observado en los roedores. La investigación fue realizada por un grupo adscrito al Centro de Investigación Biomédica en Red-Fisiopatología de la Obesidad y la Nutrición (CIBERobn), dirigido por el profesor Rubén Nogueiras.