sábado, 19 de abril de 2014

Las salas multiconfesionales se abren paso en los espacios públicos

Madrid, 19 abr 2014,(EFE). Sol Carreras


Oratorio musulmán en el terminal 4 del aeropuerto de Barajas - Madrid 

Poco a poco, universidades y hospitales públicos madrileños van incorporando salas multiconfesionales para satisfacer la demanda de los ciudadanos, una tendencia que valoran las distintas comunidades religiosas, aunque para muchas lo ideal sería crear espacios de culto diferenciados.

La sala multiconfesional del Hospital Universitario de Fuenlabrada lleva menos de un mes en marcha y apenas ha recibido solicitudes para su uso.

El espacio, de 70 metros cuadrados, permanece por el momento diáfano, con el suelo y las paredes totalmente despejadas, sin ningún mueble ni ornamento. Simplemente hay seis focos con luces cálidas y un mirador que da acceso a un jardín interno.

La sala, que se decidió abrir en la reciente remodelación del centro por la demanda formulada por pacientes y usuarios de diferentes cultos, es junto con la de Torrejón uno de los pocos espacios multiconfesionales con los que cuentan los hospitales públicos de la Comunidad de Madrid, en los que lo habitual sigue siendo encontrar solamente capillas católicas.

Aún así, según explican desde el Servicio Madrileño de Salud (Sermas), en todos los centros hospitalarios los usuarios pueden solicitar, por medio del capellán o del Servicio de Atención al Paciente, que le pongan en contacto con algún representante de la religión o creencia que profesen.

"Hay que ver la demanda que hay en cada lugar en concreto, no tiene sentido (crear salas multiconfesionales) si no hay miembros de distintas creencias", asegura el delegado de Relaciones Interconfesionales del Arzobispado de Madrid, Manuel Barrios.

Barrios considera que lo fundamental es "respetar la libertad religiosa", por lo que en general ve con buenos ojos la habilitación de este tipo de enclaves.

Pero, puestos a elegir, opina que "lo ideal sería que cada confesión tuviera su propio espacio", una opinión que comparte el presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España, Riay Tatary.

"Hacerlo a la vez es difícil", comenta, ya que opina que habría que tener en cuenta aspectos como la disposición de la sala, que para que pueda ser un lugar de culto apto para los musulmanes tendría que estar orientada a La Meca.

En cambio, el presidente de la Comunidad Judía de Madrid, David Hatchwell Altaras, considera que las salas multiconfesionales son "un paso adicional en la tolerancia a las creencias de otros colectivos" y opina que la implantación de estas salas "responde a la realidad actual caracterizada por la pluralidad religiosa y de creencias".

"Para que esas zonas sean aptas para el rezo dentro de las normas Judaicas no deben tener ningún tipo de imagen humana ni símbolo religioso", explica a EFE el presidente de esta comunidad, que valora además que muchas de las salas estén orientadas hacia el Este puesto que, según recuerda, los judíos rezan "en dirección a Jerusalén".

Sobre la distribución de los espacios, el representante de la comunidad islámica española considera que el aeropuerto de Barajas es un buen ejemplo, ya que cuenta en sus diversas terminales con tres capillas, una mezquita y dos salas multiconfesionales con aspecto minimalista, una de las cuales se inauguró en los noventa.

Fuentes del aeropuerto puntualizan que "todos los lugares de culto y oración están disponibles para realizar bajo demanda los servicios religiosos que sean requeridos", aunque los únicos espacios que los ofrecen con regularidad son las capillas, donde se celebran eucaristías de dos a cuatro días por semana.

En las universidades públicas, en cuestión de salas multiconfesionales lleva la delantera la Politécnica, que abrió hace diez años una en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación, y la Rey Juan Carlos, que cuenta con un espacio de estas características en cada uno de sus cuatro campus.

La universidad de Alcalá de Henares incorporó una sala multiconfesional a partir de 2013 en una de sus cuatro residencias universitarias, un espacio "diáfano y sin simbología religiosa" con el que se trata de "dar respuesta a la demanda fundamentalmente de estudiantes internacionales", explican desde el centro.

En el resto de las universidades públicas madrileñas no hay salas multiconfesionales, aunque en todas, excepto en las de Alcalá de Henares y la Carlos III, hay capellanes -hasta once en la Complutense- dispuestos a dar "servicio espiritual" a los alumnos.

Ocurre fundamentalmente en época de exámenes, según cuenta el delegado de pastoral universitaria del Arzobispado de Madrid, Feliciano Rodríguez.

Por su parte, uno de los socios fundadores de la Asociación para el Diálogo Interreligioso de Madrid, José Luis Marqués, que profesa el bahaísmo, considera que la creación de espacios diferenciados en función de las distintas religiones y creencias no es "práctico".

"Nos gusta que haya espacios públicos neutros que sirvan para todos y se puedan usar en cualquier momento", dice sobre la conveniencia de crear salas multiconfesionales.

También de la misma manera opina el Gran Rabino de España, Moshe Bendahan, quien dice que "siempre que los lugares no tengan imágenes y sean neutrales, son un lugar perfecto para que cada persona desarrolle sus oraciones en libertad" y que es importante como "punto de encuentro y de apertura social para todas las religiones".

Un asunto que el secretario de la región española de la Asociación Ecuménica Internacional, Andrés Valencia, que trabaja por el acercamiento de las distintas ramas del cristianismo, ve de forma "positiva" porque supone "un respeto por las creencias". "Es una cuestión de justicia", concluye.

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