Graz,19/07/2013,zoomnews.es,LORENA MORENO
Representantes de distintas religiones en el Jubileo de Isabel II / GETTY
El objetivo es frenar la violencia contra un colectivo por diferencias de etnia, religión u orientación sexual
Los expertos señalan que ciertas muestras de violencia, como negar genocidios, superan la libertad de expresión
El ordenamiento jurídico "es suficiente", pero no poder demostrar el dolo dificulta su aplicación
Desde el miércoles y hasta el sábado, la ciudad austriaca de Graz es sede del encuentro internacional interreligioso Com Unity Spirit, en el que se abordará la convivencia de las diversas religiones y los conflictos entre comunidades religiosas. Un encuentro que, como han declarado fuentes del encuentro a la agencia Europa Press, "quiere ser un paso más en el diálogo entre las religiones con la perspectiva de llegar a la redacción de un mensaje final que indique a las comunidades religiosas qué deben y pueden hacer para lograr que una ciudad sea acogedora y respetuosa con los valores humanos".
Esta conferencia cuenta con la participación de 150 representantes de comunidades religiosas, como el obispo serbio ortodoxo Andrej; el gran muftí emérito de Bosnia y Herzegovina, Mustafá Ceric; el miembro de la Conferencia de rabinos europeos rabí Michael Jedwany; y el escritorKarl Veitschegger, de la diócesis de Graz-Seckau. Además de varios estudiosos y expertos de diálogo interreligioso invitados a debatir sobre cómo alcanzar una coexistencia pacífica entre las religiones y la importancia que tiene para el futuro de Europa.
Austria acoge a representantes de distintas religiones en el encuentro internacional 'Com Unity Spirit'
"Es imposible la paz social si no hay paz entre religiones", afirma José Luis Andavert, presidente de laFederación de Entidades Religiosas Evangélicas de España (Ferede), en una conferencia sobre violencia social en el Instituto Superior de Derecho y Economia (ISDE). Dos católicos, un protestante, un musulmán y un semita debaten sobre la necesidad de unirse para resistir los distintos discursos de odio dirigidos a sus respectivas comunidades. "Las religiones pueden llegar a desestabilizan los comportamientos y las relaciones democráticas. Por ello es importante primar sus valores, que deben ser suficiente para garantizar situaciones de paz a través del diálogo interreligioso", agrega Andavert.
Riay Tatary, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas de España (UCIDE), lamenta que no existan barreras para quienes practican el discurso del odio hacia los que no comparten sus creencias, su orientación sexual, su cultura o su forma de concebir el mundo en general. El radicalismo se contagia de un punto a otro del globo y quienes son minoría en un país, se convierten en amplias mayorías en otros. "Cuando el grupo de la derecha radical ganó un número importante de escaños en Holanda, Cataluña se contagió", señala Tatary como ejemplo.
Por ser blanco, negro, musulmán, cristiano...
El discurso del odio pretende degradar, intimidar, promover prejuicios o animar a la violencia contra individuos por pertenecer a una raza, género, edad, orientación sexual, colectivo étnico o, como en este caso, religión determinada. "La crisis económica es un caldo de cultivo para la gente que se basa en los estereotipos para manejar a la masa. No hay un discurso del odio sobre una doctrina, sino sobre el estereotipo de persona perteneciente a una religión", explica Jaime Rossell, catedrático de Derecho Eclesiástico del Estado. "Nadie como nosotros [los judíos] conoce mejor el discurso del odio", lamenta el presidente de la Federación de Comunidades Israelitas de España, Isaac Querub.
Andavert: "La violencia es corrosiva, contagiosa y comienza por el vocablo de todos los días"
El Subdirector General de Relaciones con las Confesiones Religiosas,Ricardo García, destaca que este tipo de violencia social niega toda dignidad humana de raíz por ser blanco, negro, musulmán, cristiano, judío, homosexual. Cualquier diferencia puede ser motivo de animadversión. En el ámbito religioso, los grupos radicales blasfeman y tratan de poner en contra de una comunidad a los destinatarios de sus discursos e Internet se ha convertido en una importante herramienta de difusión para las minorías polémicas, que enfrenta continuamente la libertad religiosa y la libertad de expresión. "La violencia es corrosiva, contagiosa y comienza por el vocablo de todos los días", señala Andavert. El protestante advierte que estos discursos circulan de boca en boca, por escrito, en cualquier soporte visual o medio comunicativo, agotando todos los canales de difusión.
"Hay muestras inexcusables que sobrepasan claramente la libertad de expresión y que pretenden negar la dignidad de las personas por profesar una determinada religión", señala Tatary. Negar la existencia de genocidios, llevar una pegatina en el coche que diga La iglesia que más brilla es la que arde o el tiroteo protagonizado por un radical del Tea Party en Arizona, que mató a seis personas e hirió a la congresista Gabrielle Giffords, son algunos de los ejemplos que expone el presidente de UCIDE.
Rossell recuerda también la manifestación de unas estudiantes en topless en la capilla de la Universidad Complutense durante la celebración de la eucaristía el curso pasado. "Fue con ánimo de molestar a los que profesan una determinada religión", replica. "Que protesten en Semana Santa, pero no en la ruta de una procesión ni con pancartas ridiculizando una religión. Defender una idea mediante un ataque es lo que genera violencia", advierte.
Aunque García destaca muchos otros casos en los que han intervenido medidas de protección, como el "secuestro" cautelar de un cortometraje que podría herir la sensibilidad de la comunidad islámica española, en la que intervino la propia Fiscalía.
Una ley directa y concisa
“El debate no gira en torno a la ley de libertad religiosa, sino del ordenamiento jurídico que protege a las personas”, señala Rossell. El baremo entre los ponentes es positivo: por un lado, la ley orgánica de libertad religiosa es directa y concisa.
Rossell: "El marco legal es suficiente, pero parece que hay miedo en condenar determinadas cuestiones"
El Código Penal es lo suficientemente basto como para cubrir a los afectados por los discursos del odio; la Constitución ampara la libertad religiosa entre sus derechos fundamentales y el modelo jurídico de reacción ante estos casos de violencia en España se ha exportado a otros países, prueba de su buen funcionamiento. “No me molesta la referencia a la religión católica, en el caso de que pudiera favorecerla así de algún modo, pues la realidad es que se trata de la religión mayoritaria”, reconoce Querub.
“El marco legal es suficiente, pero no se aplica como debe. Parece que hay miedo en condenar determinadas cuestiones”, destaca Rossell. A pesar del mosaico de culturas que ampara el marco jurídico, siguen produciéndose episodios de violencia hacia determinados grupos raciales en los que, en ocasiones, no poder demostrar el dolo dificulta la aplicación de la justicia.
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