Calahorra,22.06.13,larioja.com,M. FÉLEZ
Un momento de la celebración del primer aniversario de la mezquita de Calahorra. :: M.F.
Más de cien personas visitan a diario el edificio, donde además se ofrecen clases de alfabetización
Alrededor de un millar de personas componen la comunidad islámica en Calahorra, de las 5.000 que hay en toda La Rioja. Por eso, ahora hace un año, se abrieron las puertas de una nueva mezquita en la ciudad. Un edificio situado en pleno casco antiguo que además de ofrecer la posibilidad de realizar sus cinco rezos diarios supone un lugar de encuentro para los vecinos de la zona.
Y como era día de celebración, así lo vivió la comunidad islámica de Calahorra.
No faltaba nada para celebrar que su templo había cumplido un primer año de vida en el que ha estado muy activo. «La mezquita está abierta desde las cinco de la mañana que se realizan los primeros rezos hasta la puesta del sol, que es la hora en la que más gente se reúne porque ya no es horario laboral», comentaba ayer Tarik Azouau, presidente de la comunidad islámica de La Rioja.
El edificio, que además de contar con salones para los rezos preceptivos también dispone de una biblioteca, recibe cada día más de un centenar de visitas. «Siempre llegan más los viernes porque es nuestro día grande», añadía.
Otro de los objetivos de la mezquita es ayudar, dentro de sus posibilidades, a sus fieles. «Se ofrecen charlas de todo tipo, desde de convivencia y relaciones personales hasta de cultura e historia. Además, se están dando cursos de alfabetización porque hay gente que aún no sabe leer y escribir», explicaba Tarik.
Para el presidente de la federación riojana de comunidades islamicas, «la imagen que tienen muchos españoles de nosotros está totalmente distorsionada. Claro que tenemos gente violenta en nuestra religión, pero la mayoría somos personas que lo único que queremos es aportar y sumar en los países en los que vivimos, ser personas útiles», reflexionaba. Así explicaba cómo «tenemos que aprender de lo bueno y lo malo que está pasando en países como Francia, en el que llevan muchos años conviviendo personas de las dos religiones», decía. Y es que para ellos, la clave está en los más pequeños. «La mayoría de los niños que asisten a la mezquita son niños que ya han nacido en España y que tienen una cultura muy distinta a la que tenían sus padres cuando llegaron», comentaba.
Acompañados por representantes de Cruz Roja, el padre Ambrosio, director del colegio San Agustín y amigos de la comunidad, el acto sirvió para dar a conocer las instalaciones y disfrutar de un aperitivo con dulces típicos de la cultura islámica.
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