Un grupo de turistas asiáticos atiende a las explicaciones que les proporciona un guía. / JOSÉ ÁNGEL GARCÍA
La cultura, el patrimonio y la gastronomía centran las prioridades de unos visitantes con una alta formación
Eva María Riesgo es la consejera delegada de la Oficina de Turismo de España en Singapur. Conoce bastante bien la evolución, cultura e inquietudes del sudeste asiático, donde viven 600 millones de personas. Se trata de un conjunto de países que han experimentado un notable desarrollo económico los últimos años. Una mejoría que ha beneficiado, especialmente, a la clase media. Esta prosperidad se refleja en el creciente interés por los viajes. Europa se ha convertido en el destino favorito por su legado histórico. Dentro del Viejo Continente, España ha comenzado a situarse como lugar preferido para pasar las vacaciones.
La elección obedece, entre otros motivos, a cuestiones religiosas. Riesgo explica que en Malasia e Indonesia existe una amplia población musulmana que siente predilección por las ciudades que poseen un patrimonio relacionado con el Islam, de ahí que Sevilla cuente con un gran potencial debido a su pasado andalusí. "El Alcázar, aunque en su mayor parte sea de época posterior, está diseñado con un estilo mudéjar, heredero del dominio islámico, de ahí que suscite igual interés que la Alhambra o la Mezquita para estos visitantes", detalla la especialista, quien añade que esta tipología de monumentos "no se encuentra en cualquier ciudad europea", de ahí que Andalucía empiece a ocupar un lugar preferente entre los turoperadores asiáticos.
La evolución económica en estos países también se refleja en la forma de viajar. Hasta hace poco se hacía en grupo, pero cada vez es mayor el número de asiáticos que decide conocer el extranjero de manera individual, lo que acarrea también un mayor gasto. El desembolso medio es para tenerlo muy en cuenta: 350 euros diarios, una cantidad que convierte a estos visitantes en uno de los objetivos más preciados de las políticas turísticas.
Sirva un dato de ejemplo. En la estadística municipal de 2017 sobre alojamientos no aparece ningún visitante de procedencia asiática que pernoctara en apartamentos. Todos lo hicieron en hoteles, lo que constituye otro síntoma de su modelo de vacaciones.
El elevado desembolso va unido al nivel formativo. En su mayoría son visitantes con estudios superiores. "El modelo universitario en estos países, por tradición, se desarrolla en su mayor parte en el extranjero, de ahí que desde bien temprano se despierte en ellos el interés por conocer países y culturas diferentes a la natal. Es algo que se lleva inculcando en las instituciones académicas desde mucho antes que en España", incide Riesgo. Los viajeros asiáticos suelen informarse bastante bien de las características de una ciudad antes de elegirla como destino. Esto les lleva a diseñar al detalle su estancia en el extranjero. Una preparación que incluye el alojamiento, las visitas culturales y la gastronomía. A ello se añade un incipiente interés: el deporte. Cada vez hay más seguidores de equipos de fútbol españoles en Asia. "En Indonesia, por ejemplo, donde existe una gran afición al bádminton, la onubense Carolina Marín está considerada una heroína", comenta la representante turística.
Riesgo valora de forma positiva la labor que el Consorcio de Turismo está desarrollando para captar visitantes en el mercado asiático. No obstante, considera que los empresarios del sector también han de hacer un esfuerzo por adaptar su oferta a los gustos de un turista bastante exigente con la calidad de los servicios que se prestan. En este sentido, la especialista en el mercado asiático cree conveniente que los restaurantes amplíen su carta y ofrezcan menús vegetarianos, veganos y halal, éste último basado en la tradición musulmana.
Respecto a las conexiones, debe tenerse en cuenta que muchos de estos turistas -especialmente los chinos- llegan a la capital andaluza a través del AVE. El tren de alta velocidad se ha convertido en la principal puerta de entrada para los visitantes de mercados lejanos, gracias a su conexión directa con Madrid y Barcelona.
Otro de los retos que plantean los profesionales del sector es ampliar la estancia de estos turistas, para que su permanencia en Sevilla no se limite a una noche. Aumenta, así, el gasto de unos visitantes que también destacan por su atemporalidad, pues acuden a la ciudad hispalense en cualquier época del año.
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