El Vaticano,17 jun 2018,rt.com
El sumo pontífice criticó duramente la interrupción del embarazo dos días después de que en su país natal, Argentina, la Cámara de Diputados aprobara la ley de aborto legal.
Dos días después de que la Cámara de Diputados de Argentina aprobara la ley de interrupción voluntaria del embarazo, el papa Francisco ha calificado el aborto de "homicidio de niños" y lo ha comparado con las prácticas nazis, aunque —dijo— con "guante blanco".
"El siglo pasado todo el mundo estaba escandalizado por lo que hacían los nazis para cuidar la pureza de la raza. Hoy hacemos lo mismo pero con guantes blancos", se lamentó el pontífice, que instó a las familias a aceptar a los niños "como Dios nos los da", en un discurso improvisado durante una reunión con asociaciones familiares en el Vaticano.
"Los hijos son el don más grande"
En concreto, el papa señaló que hoy en día "está de moda, o al menos es habitual", hacer ciertos exámenes en los primeros meses del embarazo para ver si el niño está sano o tiene algún problema y, en este último caso, "la primera idea es: '¿nos deshacemos de él?'". Para Francisco, esto es un "homicidio de los niños", ya que para tener "la vida tranquila se mata a un inocente".
Del mismo modo, el pontífice equiparó la interrupción del embarazo con lo que hacían los espartanos cuando nacía un niño con malformaciones: "lo llevaban al monte y lo tiraban para abajo para cuidar la pureza de la raza". "Hoy hacemos lo mismo. Una atrocidad", recalcó.
"Los hijos son el don más grande", incluso cuando "están enfermos", insistió el sumo pontífice, que recalcó que deben ser acogidos "como vengan, como Dios los mande".
La Cámara de Diputados aprueba la ley de aborto legal en Argentina
Las declaraciones del papa Francisco llegan dos días después de que en su propio país, Argentina, la Cámara de Diputados sacara adelante la ley de interrupción voluntaria del embarazo, luego de un extenso debate que duró casi un día entero.
La legislación, que ahora irá al Senado para buscar la sanción definitiva, estipula la posibilidad de realizar la interrupción del embarazo de manera voluntaria, hasta la semana 14 de gestación.
La intervención deberá ser garantizada en todos los centros de salud públicos o privados en un plazo de cinco días una vez hecho el requerimiento.
Las mujeres de entre 13 y 16 años necesitarán el consentimiento de un adulto.
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