La jefa de la Misión de Túnez de la Organización Internacional de Migración y la Federación Internacional de la Medialuna Roja y la Cruz Roja evaluaron el último desastre migratorio en alta mar de Túnez
Murieron al menos 100 personas en el desastre del náufrago de la patera con refugiados ilegales a bordo que navegaba en alta mar de Túnez.
Según la declaración adelantada por la Organización Internacional de Migración (IOM), la patera partió el 3 de junio de la ciudad Sfeks al sur del país con más de 180 refugiados a bordo que soñaban con llegar a Europa.
68 personas fueron rescatadas, entre ellas 60 tunecinos y los demás eran de Marruecos, Libia, Malí, Camerún y la Costa de Marfil.
Los refugiados pagaron de entre 700 y 1000 euros a los traficantes de personas. Al ocurrir un accidente a 5 millas de distancia de la costa de la isla Kerkene, perdieron la vida al menos 100 personas.
La jefa de la Misión de Túnez del IOM, Lorena Lando, dijo: “No hay palabras para contar esta tragedia. Las mujeres, los niños y hombres detrás de estas cifras murieron mientras perseguían un sueño indefinido”.
El presidente de la Federación Internacional de la Medialuna Roja y la Cruz Roja (IFRC), Francesco Rocca, destacó que en la última semana murieron al menos 110 migrantes en las costas del Mediterráneo.
Comentó que los migrantes en movimiento necesitan protección global: “No podemos quedarnos callados mientras sigue esta masacre en el mar. No se puede aceptar ninguna decisión política que arriesgue la vida”.
Túnez, que intentan salir con ganancias democráticas del proceso denominado como la ‘Primavera Árabe’, no pudo responder a las expectativas económicas que prometió la revolución. Al situarse por encima del 25% el desempleo en el sur y las partes interiores de Túnez, numerosos tunecinos jóvenes intentan pasar a Europa por vías ilegales.
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