Un complejo experimento fue llevado a cabo por especialistas para averiguar qué determina la extrema agresividad de las también llamadas 'abejas africanas'.
Un estudio publicado recientemente en la revista Journal of Proteome Research dio a conocer los complejos experimentos que un grupo de científicos llevó a cabo para averiguar por qué las abejas africanas –también conocidas como 'asesinas'– son tan agresivas.
Para recolectar información sin que nadie resultara víctima de las picaduras, los investigadores colgaron bolas de piel a los lados de las colmenas, de modo que las 'asesinas' que atacaran quedasen allí atascadas. A continuación, cada insecto fue extraído y sumergido en nitrógeno líquido. El mismo procedimiento se aplicó en abejas normales. Ambas especies fueron clasificadas y analizadas separadamente.
Posteriormente, los científicos compararon las proteínas presentes en los cerebros de ambos tipos de insecto, lo que puso en evidencia diferencias notables y también similitudes. Se descubrió que ambos grupos poseen un mismo conjunto de neuroproteínas, una de las cuales afecta el aprendizaje, la memoria y el desarrollo, y la otra parece influir en el procesamiento sensorial.
Resulta que en el cerebro de las abejas africanas, los neuropéptidos 'se cortan' en proteínas breves, a las que se pude hallar en diferentes grupos de tejido cerebral. Para verificar que se tratara de un elemento clave que influye en el comportamiento, los científicos inyectaron esos neuropépticos en el cerebro de abejas normales, vivas, que partir de entonces mostraron una clara diferencia en su forma de actuar.
Aun así, el equipo asegura que hace falta estudiar este fenómeno en profundidad para finalmente determinar cómo el tamaño y la distribución de esos neuropéptidos pueden determinar un comportamiento más agresivo.
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