El alcázar de Carmona es ahora Parador de Turismo - ABC
Un recorrido por los municipios sevillanos que albergan murallas, castillos, torres o iglesias que datan de la época islámica.
Sevilla y su provincia poseen unas profundas raíces históricas en las que el pasado andalusí ocupa un importante lugar. Durante más de cinco siglos, esta tierra estaba integrada en Al-Andalus, cuya herencia aún pervive en nuestras calles, costumbres e, incluso, paisajes. Para conocer mejor este legado, proponemos una ruta por las diferentes comarcas sevillanas que se detiene, fundamentalmente, en los elementos patrimoniales:recintos amurallados, fortificaciones, edificios o calles.
El itinerario comienza en Sevilla capital donde, tras la conquista de la ciudad por parte del Rey Fernando se conservó gran parte de la arquitectura islámica. En algunos casos se produjeron cambios en su uso, como ocurre en las numerosas mezquitas que se reconvirtieron en iglesias cristianas y entre las que se incluye la mezquita mayor, sobre la que se levantó la actual Catedral. Del edificio primitivo se conservan únicamente el patio, correspondiente en parte con el actual Patio de los Naranjos, así como el alminar, la universal Giralda.
La siguiente parada es el Real Alcázar, que alberga construcciones de diferentes etapas históricas y en el que se pueden visitar varios espacios con origen andalusí como el Cuarto del Yeso, las murallas que separan el Patio del León del Patio de la Montería o parte del Palacio del Crucero. Por otra parte, el actual parque de La Buhaira también conserva un elemento de origen islámico:la gran alberca, integrada originalmente en una almunia, una explotación agrícola y espacio de recreo del califa y su corte.
Aljarafe
La primera comarca en la que se detiene la ruta es el Aljarafe. Allí, en el término municipal de Camas, aunque muy ligada sentimentalmente a Castilleja de la Cuesta, se encuentra la ermita de Nuestra Señora de Guía, a la que se le atribuye un origen almohade. En Bollullos de la Mitación, por su parte, puede verse la ermita de Cuatrovitas, el único resto que se conserva de una explotación agrícola árabe. El edificio actual está basado en los restos de la mezquita rural, incluyendo la sala de oraciones, reutilizada por el templo cristiano, así como el alminar, ahora campanario.
De otro lado, en Olivares puede verse uno de los enclaves defensivos que se instalaron en los alrededores de la capital hispalense:la torre de San Antonio. El siguiente punto del itinerario son los baños árabes de Palomares del Río, un ejemplo único en la provincia.
Los restos de las murallas de San Juan de Aznalfarache y Sanlúcar la Mayor evidencian, por su parte, la importancia de estos enclaves en la estructura del territorio, basada en gran parte en su conexión con el río.
Ya en la comarca Guadalquivir-Doñana, Alcalá del Río era otra de las poblaciones fortificadas, y en ella se conserva el denominado «Peñón del Alcázar», una torre maciza con planta cuadrangular que formaba parte de la muralla. En Aznalcázar, por su lado, destaca el Arco de la Pescadería, una de las antiguas puertas de la fortificación, y en Cantillana puede verse la Torre del Reloj, ubicada igualmente en una construcción de la antigua muralla urbana.
La Torre de los Herberos en Dos Hermanas y el Castillo de Lebrija son otras dos construcciones con origen árabe, según los historiadores. También destacan los restos del castillo de Setefilla, y el de Lora del Río, uno de los enclaves fortificados más importantes en el camino de Sevilla y Córdoba. La parte que aún queda en pie es de la época almohade.
En la Campiña
En la comarca de La Campiña, uno de los grandes protagonistas es el castillo de Alcalá de Guadaíra, que incluye un antiguo baño árabe, un «hamman», dentro de la fortaleza. Además, la visita al castillo puede complementarse con un recorrido por el museo de al ciudad, que alberga piezas cerámicas almohades y una colección de candiles árabes.
Carmona, por su parte, fue centro de un extenso territorio en época andalusí. Prueba de ello es su alcázar primitivo, de origen islámico, que sufrió numerosas remodelaciones, algunas de estilo mudéjar, y en cuyo patio de armas se localiza actualmente el Parador de Turismo. De otra parte, el Alcázar de la Puerta de Sevilla fue uno de los principales accesos del recinto amurallado de Carmona y conserva numerosos elementos islámicos como el aljibe o la conocida como Torre del Oro, con una impresionante bóveda. En la localidad se conservan, asimismo, tramos de la muralla que conectaba el Alcázar de Arriba (Alcázar del Rey Don Pedro), el de la Puerta de Sevilla y el Alcázar de la Reina.
Las torres albarranas de Écija, que formaban parte de la fortificación, los restos de su alcázar y el castillo de Fuentes de Andalucía, con estructura almohade, son los siguientes puntos del recorrido, donde también destacan los tramos de muralla y las puertas que se conservan en Marchena.
La ruta por los orígenes de la provincia la completan la Torre del Agua, en Osuna, donde ahora se ubica el museo arqueológico de la localidad, y los castillos de Cazalla, Alanís, Constantina o Aznalcóllar. También la fortaleza de Cote, en Montellano, o el Castillo de Morón, una de las primeras poblaciones que fueron conquistadas por los árabes, forman parte del itinerario propuesto por la Diputación de Sevilla.
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