Tiene 42.000 metros cuadrados. Cómo cuidan los manuscritos más preciados.
A la vista. La Bibliteca Nacional de Qatar incluye más de un millón de libros en 42 mil metros cuadrados. (Fotos: Delfino Sisto Legnani y Marco Cappelletti)
El 16 de abril abrió oficialmente sus puertas la Biblioteca Nacional Qatar (QNL), una obra del estudio OMA, fundado por Rem Koolhaas. El proyecto alberga más de un millón de libros distribuidos en una superficie que alcanza los 42.000 metros cuadrados.
El edificio, ubicado en Doha, la capital de ese país, agrupa la biblioteca nacional, la biblioteca pública, la biblioteca de la universidad y una colección patrimonial de valiosos textos y manuscritos relacionados con la civilización árabe-islámica.
"Diseñamos el espacio para que todos los libros queden a la vista", explica Rem Koolhaas. "Quedás rodeado literalmente de cada libro, todos físicamente presentes, visibles y accesibles, sin hacer ningún esfuerzo particular. El interior es tan grande que está en una escala casi urbana: podría contener una población completa, y también toda una población de libros".
Protegidos. La colección patrimonial de textos islámicos se ubicó en un área a 6 metros de profundidad. (Fotos: Delfino Sisto Legnani y Marco Cappelletti)
Este complejo de bibliotecas forma parte de la Ciudad de la Educación, un campus académico que alberga las sedes de las principales universidades e instituciones de todo el mundo. En este espacio, OMA diseñó el edificio de la Fundación Qatar y el Instituto de Investigación.
La Biblioteca Nacional se concibió como un ambiente único para personas y libros. Cada lado del edificio se levanta en los bordes, creando un perfil exterior en forma de diamante y un espacio interno organizado alrededor de 3 pasillos de libros que forman un espacio triangular central. Esta configuración también permite al visitante acceder al edificio desde su centro, en lugar de hacerlo desde el perímetro, como es lo habitual.
Interiores. Ofrecen distintos espacios dedicados a la concentración y la lectura. (Fotos: Delfino Sisto Legnani y Marco Cappelletti)
Un puente sin columnas conecta cada uno de los pasillos principales y funciona como una plataforma para espacios de estudio, salas de lectura, áreas de exposición y un auditorio. Las estanterías fueron pensadas para formar parte del edificio, tanto en términos de materialidad (están hechas del mismo mármol blanco que los pisos) como de infraestructura.
La colección patrimonial se coloca en el centro de la biblioteca en un espacio excavado de 6 metros de profundidad, revestido con travertino beige. Este área, por lo tanto, puede funcionar de forma autónoma, directamente accesible desde el exterior.
Conexiones. Pasillos se abren para dar lugar a áreas de lectura y encuentro. (Fotos: Delfino Sisto Legnani y Marco Cappelletti)
"Anteriormente, las bibliotecas eran espacios vibrantes para el intercambio de conocimiento. Ahora, con el acceso inmediato a la información, el papel de la biblioteca como espacio público para reuniones es más significativo que nunca", dice la socia de OMA, Ellen van Loon.
"Rendimos homenaje a la rica cultura de la región con la biblioteca del patrimonio, soterrada como si fuera un sitio arqueológico, que contiene textos islámicos históricos e invaluables para que los visitantes puedan estudiar y contemplar".
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"La biblioteca es un testimonio de la importante función e influencia regional de Qatar en la unión del conocimiento, la tolerancia y un mayor diálogo dentro de la región", agrega Iyad Alsaka, uno de los directores del estudio. "QNL es un espacio público extraordinario que promoverá el intercambio de conocimientos, física y digitalmente".
Morfología. El exterior presenta una forma de diamante. (Fotos: Delfino Sisto Legnani y Marco Cappelletti)
En cuanto al exterior, una fachada de vidrio corrugado y un techo de aluminio reflectante filtran la luz natural para crear un nivel de iluminación óptimo para la lectura.
La Biblioteca Nacional Qatar es la novena obra de este tipo que OMA proyecta a lo largo de su historia. En 2016 inauguró la biblioteca Alexis de Tocqueville en Normandía, Francia.
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