Un grupo de budistas extremistas atacaron y quemaron el sábado una escuela internado islámica en la región musulmana Mandalay, la segunda ciudad más grande de Birmania.
Según testigos, la violencia se desató tras el funeral de un budista de 36 años, víctima del último estallido de disturbios, donde los budistas radicales llevando palos, piedras y tubos metálicos asaltaron y quemaron una escuela internado ubicada en las afueras de la ciudad en una zona musulmana, informó France Press.
De acuerdo con el responsable musulmán de la escuela, Win Naing, en el momento del suceso había más de 70 agentes de policía en la zona, que solo se limitaron a observar y no hicieron nada contra los atacadores budistas. En el momento del asalto, la escuela fue cerrada. Además no había ningún niño dentro y no se registró ningún herido.
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