La operación se ha saldado con la detención de ocho personas, casi todas de origen argelino y marroquí
Ocho personas han sido detenidas en una operación conjunta de la Policía Nacional española, la Royal Marechaussee holandesa y las policías de Bélgica y Marruecos ha desarticulado un grupo que podría haber favorecido la entrada irregular en Europa de un millar inmigrantes del norte de África a lo largo de un periodo de al menos diez años.
Para facilitar la entrada de los extranjeros sin levantar sospechas, sustraían pasaportes a ciudadanos de Países Bajos, Bélgica, Francia y Alemania y los falsificaban en un laboratorio de Bruselas. Los beneficios que obtenían con el tráfico de personas los reinvertían en el tráfico de drogas y otros delitos contra la propiedad industrial.
La investigación comenzó hace un par de años a raíz de una información recibida por los agentes sobre la existencia de una organización, formada por personas de origen magrebí asentadas en Países Bajos, que podría estar favoreciendo la inmigración ilegal de ciudadanos norteafricanos en el continente europeo.
Tras varios meses de investigaciones, los agentes averiguaron que el principal responsable de la organización era un ciudadano de origen argelino que residía en los alrededores de Rotterdam (Países Bajos), desde donde centralizaba todas las operaciones. Este hombre recibía los encargos de documentos falsos para inmigrantes, normalmente marroquíes, que querían entrar en la Península de forma ilegal.
Los pedidos llegaban a través de los captadores que la organización tenía tanto en Marruecos como en España, que además le hacían llegar datos de filiación y fotografías de los inmigrantes para adjuntar a los pasaportes. Cada extranjero pagaba por su documento entre 8.000 y 10.000 euros. La operación se ha saldado con la detención de ocho personas, casi todas de origen argelino y marroquí. Cuatro de los arrestos se han realizado en España, dos en Países Bajos y otros dos en Marruecos.
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