Lisset, Catalina y Jazmina leen el Corán en la mezquita mientras planifican aprender árabe, en un futuro, para lograr un conocimiento más profundo del islam. Diego Cáceres | EL TIEMPO
Desde hace casi un año funciona, en la ciudad, la mezquita María; que acoge a creyentes pakistaníes, en su gran mayoría, y a unos cuantos ecuatorianos que han conocido las bases del islam y su significado religioso.
Una casa ubicada en la calle Presidente Córdova y la avenida 12 de Abril, es donde funciona la única mezquita que hay en Cuenca, una casa a la cual visitantes y musulmanes deben ingresar sin zapatos, y donde el silencio y la limpieza son detalles que destacan. Además de las salas destinadas para los rezos diarios: una para hombres y otra para mujeres, también existe una cocina, algunos baños y un lavatorio especial para el aseo de los creyentes.
Catalina, una cuencana convertida al islam, explica que el rezo se hace cinco veces al día y cada rezo tiene un nombre distinto, que en pronunciación árabe serían: Fajar, Dohar, Azar, Magrab e Isha.
Los viernes se hace un rezo especial llamado Yumua, pues se considera que éste es el día de mayor bendición para el islam, además es el día en que los interesados en conocer la religión pueden asistir.
Catalina, Jazmina y Lisset, cuencanas musulmanas, coinciden en que el islam cambió sus vidas. Descubrieron en esta religión una gran experiencia de fe y devoción.
Younas Muhammad es uno de los musulmanes que llama o convoca a una de las oraciones diarias. EL TIEMPO
La conversión en musulmanas la denominan como “abrazar el islam” , que significa practicar la teoría religiosa del islam. No todos los árabes son musulmanes, ya que hay árabes cristianos, judíos o ateos y, además, quienes practican el islam no siempre pertenecen a una misma cultura, por lo tanto tienen distintas costumbres.
Younas Muhammad, de Pakistán, habla Urdu, uno de los dialectos de su país. Él cuenta cómo, al llegar al Ecuador, se encontró con un choque cultural, ya que en el islam, aunque dicen que no obliga sí sugiere, a las mujeres, que cubran su cabello con un velo y que usen una túnica larga; esto, según su religión, aleja el morbo del hombre hacia la mujer y hace que se la valore por sus sentimientos, mas no por sus rasgos físicos. Además Muhammad cuenta que, al llegar a Cuenca, sintió mucha vergüenza, por las costumbres que tienen las parejas en Ecuador, como ir tomadas de la mano. (APP)
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