VITORIA,16.08.09,elcorreodigital.com,MARÍA REGO.
En El Salvador se pueden ver algunas tumbas árabes. / J. ANDRADE
La comunidad árabe y el Ayuntamiento retomarán en septiembre el viejo proyecto, aparcado desde hace 5 años
Repatriar un cadáver a Marruecos cuesta unos 4.000 euros y a Senegal, 6.000
Un trabajo, una vida mejor, reunirse con sus familiares... Los motivos que trajeron hasta la capital alavesa a los 5.000 musulmanes que viven hoy en la ciudad son ya parte de su pasado. Algunos de los obstáculos que se encontraron al llegar se mantienen, sin embargo, como el primer día. Una de esas asignaturas pendientes es la construcción en Vitoria de un 'mkbara' o cementerio árabe adaptado a los ritos de esta comunidad, un espacio que reclaman desde hace varios años y que el Ayuntamiento abordó hace casi un lustro sin alcanzar ningún acuerdo. En otoño, el asunto volverá a ponerse sobre la mesa.
La reciente inauguración de un camposanto musulmán en el municipio vizcaíno de Derio -se abrió en octubre de 2008 dentro de la necrópolis cristiana ya existente- parece haber dado el empujón definitivo al proyecto alavés. «Como conseguimos el convenio en Bilbao, el Ayuntamiento de Vitoria se puso en contacto con nosotros para ver qué podíamos hacer», explica Ahmed El Hanafy, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco. Al parecer, miembros de este colectivo -quieren que acuda una persona de cada una de las cinco mezquitas levantadas en la ciudad- y representantes municipales se reunirán «en septiembre» para iniciar los diálogos en torno al nuevo cementerio.
«Muy agradecidos»
La próxima reunión podría poner punto final a un debate cuyo último capítulo arrancó en 2004. La propuesta de habilitar una zona para los entierros islamistas surgió entonces del grupo municipal del PNV, que recogió la demanda de esta comunidad de poseer un área específica en El Salvador. «Podría ser una parcela exclusiva o estar dentro del propio cementerio», matiza ahora El Hanafy.
Aquella primera petición parecía contar con todo a su favor para salir adelante pues el Gobierno vasco acababa de aprobar el nuevo reglamento de sanidad mortuoria que eliminaba ciertas trabas sanitarias y medioambientales para la creación del camposanto. Todos los partidos, salvo el PP, entonces al frente del Consistorio, apoyaron la idea aunque tampoco obtuvo frutos.
Las primeras conversaciones sobre este proyecto se remontan, en realidad, a finales de los noventa cuando el Ayuntamiento vitoriano destinó mil metros cuadrados en El Salvador para este fin. Dos años después se retomó el debate, pero volvió a caer en saco roto. «Estamos muy agradecidos por ver que el Ayuntamiento ha mostrado de nuevo interés», reconoce el responsable de la Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco aunque advierte que todavía deben tratar el «cómo, dónde, cuánto y cuándo».
«Nos gustaría tener una parcela más grande que en Bilbao», donde hay capacidad para unos 300 cuerpos en sus 450 metros cuadrados. La nueva necrópolis permitiría a los fieles musulmanes ahorrarse el enorme gasto de repatriar el cadáver, que puede suponer unos 4.000 euros si se trata de trasladarlo hasta Marruecos o más de 6.000 en caso de llevarlo hasta, por ejemplo, Senegal. «No estamos hablando de inmigrantes, sino de las nuevas generaciones, de musulmanes vitorianos que quieren tener un enterramiento islámico», concluye El Hanafy.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
En El Salvador se pueden ver algunas tumbas árabes. / J. ANDRADELa comunidad árabe y el Ayuntamiento retomarán en septiembre el viejo proyecto, aparcado desde hace 5 años
Repatriar un cadáver a Marruecos cuesta unos 4.000 euros y a Senegal, 6.000
Un trabajo, una vida mejor, reunirse con sus familiares... Los motivos que trajeron hasta la capital alavesa a los 5.000 musulmanes que viven hoy en la ciudad son ya parte de su pasado. Algunos de los obstáculos que se encontraron al llegar se mantienen, sin embargo, como el primer día. Una de esas asignaturas pendientes es la construcción en Vitoria de un 'mkbara' o cementerio árabe adaptado a los ritos de esta comunidad, un espacio que reclaman desde hace varios años y que el Ayuntamiento abordó hace casi un lustro sin alcanzar ningún acuerdo. En otoño, el asunto volverá a ponerse sobre la mesa.
La reciente inauguración de un camposanto musulmán en el municipio vizcaíno de Derio -se abrió en octubre de 2008 dentro de la necrópolis cristiana ya existente- parece haber dado el empujón definitivo al proyecto alavés. «Como conseguimos el convenio en Bilbao, el Ayuntamiento de Vitoria se puso en contacto con nosotros para ver qué podíamos hacer», explica Ahmed El Hanafy, presidente de la Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco. Al parecer, miembros de este colectivo -quieren que acuda una persona de cada una de las cinco mezquitas levantadas en la ciudad- y representantes municipales se reunirán «en septiembre» para iniciar los diálogos en torno al nuevo cementerio.
«Muy agradecidos»
La próxima reunión podría poner punto final a un debate cuyo último capítulo arrancó en 2004. La propuesta de habilitar una zona para los entierros islamistas surgió entonces del grupo municipal del PNV, que recogió la demanda de esta comunidad de poseer un área específica en El Salvador. «Podría ser una parcela exclusiva o estar dentro del propio cementerio», matiza ahora El Hanafy.
Aquella primera petición parecía contar con todo a su favor para salir adelante pues el Gobierno vasco acababa de aprobar el nuevo reglamento de sanidad mortuoria que eliminaba ciertas trabas sanitarias y medioambientales para la creación del camposanto. Todos los partidos, salvo el PP, entonces al frente del Consistorio, apoyaron la idea aunque tampoco obtuvo frutos.
Las primeras conversaciones sobre este proyecto se remontan, en realidad, a finales de los noventa cuando el Ayuntamiento vitoriano destinó mil metros cuadrados en El Salvador para este fin. Dos años después se retomó el debate, pero volvió a caer en saco roto. «Estamos muy agradecidos por ver que el Ayuntamiento ha mostrado de nuevo interés», reconoce el responsable de la Unión de Comunidades Islámicas del País Vasco aunque advierte que todavía deben tratar el «cómo, dónde, cuánto y cuándo».
«Nos gustaría tener una parcela más grande que en Bilbao», donde hay capacidad para unos 300 cuerpos en sus 450 metros cuadrados. La nueva necrópolis permitiría a los fieles musulmanes ahorrarse el enorme gasto de repatriar el cadáver, que puede suponer unos 4.000 euros si se trata de trasladarlo hasta Marruecos o más de 6.000 en caso de llevarlo hasta, por ejemplo, Senegal. «No estamos hablando de inmigrantes, sino de las nuevas generaciones, de musulmanes vitorianos que quieren tener un enterramiento islámico», concluye El Hanafy.
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