sábado, 25 de julio de 2015

Las mil maravillas de arte islámico

ROMA, 24/07/2015,(ANSA),Por Ernesto Pérez


Las mil maravillas del arte islámico presentes en la incomparable colección del emir de Kuwait, jeque Sabah al-Ahmad al-Jaber al-Sabah y su esposa Hussah Sabah, podrán ser visitadas hasta el 20 de septiembre en una memorable exposición que se inaugura mañana en las Escuderías del Quirinal de Roma.

    Presentada hoy ante la prensa local e internacional, la exposición "Arte de la Civilización Islámica-La Colección al-Sabah, Kuwait" se propone como un puente de cultura y de belleza, en un momento en el que a menudo el Occidente interpreta de manera funesta a la palabra Islam.

    En los dos pisos de exposiciones que se asoman a las Escuderías del palacio presidencial de Italia, en una de las siete colinas de Roma, estarán expuestos más de 350 objetos, apenas un décimo de la colección donada en 1983 por el emir y su esposa al Museo Nacional de Kuwait. Esa colección fue expoliada totalmente tras la invasión del país en agosto de 1990 por el Irak de Saddam Hussein. El botín fue luego afortunadamente recuperado en un 90 por ciento.

    Quien visite la exposición recorrerá 1.400 años de arte islámica, rica de cerámicas, miniaturas, telas, alfombras y tapices además de vasos, jarrones, piezas de ajedres en cristal de roca y cubiertos de metal, vidrio y alabastro. Una entera sección de la muestra está dedicada a dagas y espadas de ceremonia con empuñaduras consteladas de piedras preciosas y joyas de los más diversos tipos y usos de plata y oro con engarzaduras de perlas, diamantes, rubíes y zafiros.

    El curador de la exposición, Giovanni Curatola, conoce muy bien Kuwait y es un gran experto de arte islámico. Esta es la razón por la que la pareja reinante del Kuwait le confió la tarea no solo de hacer conocer a Europa las delicias y maravillas de un arte que brilló con luz deslumbrante desde España hasta la China, sino también para echar por tierra algunas de las absurdas creencias firmemente ancladas en la conciencia occidental.

    La primera es la de que el arte islámico no desdeña como se cree la figura humana, animal o vegetal y no es iconoclasta, salvo en lo que se refiere a la decoración de los edificios sacros. Tal supuesto rechazo responde a los primeros años del islamismo, surgido a la luz casi contemporáneamente con la furia iconoclasta que imperó en Bizancio en el siglo VII.
    
Los objetos que llenan sin atiborrarlas las paredes de las Escuderías permiten admirar una expresión artística multiforme, rica, elegante, refinada, por momentos sorprendente. Esto confirma a su vez que es errado considerar al Islam como una unidad monolítica, sino que hay tantos Islams como países, dinastías, gobiernos e imperios acomunados por la devoción mahometana.

    La exposición se divide en dos secciones. La primera es cronológica y se abre con una pequeña muestra numismática de los diferentes reinos en los que se dividió el Islam tras la muerte del Profeta y en los que el arte aprendió a diferenciarce de los países vecinos y rivales hasta alcanzar un lenguaje propio. La segunda presenta algunas singularidades como el caligrafismo, el arabesco floreal y el uso de soluciones geometrico-matemáticas, no solamente en la construcción de edificios sino también en la decoración de interiores.

    Otra de las falsas creencias que esta exposición destruye y explica es la de que el arabesco no se refiere etimológicamente a Arabia y en cambio es una palabra de origen latino, rabesco, muy anterior a la entidad geográfica. Tan solo estas dos desmentidas hubieran alcanzado para valorizar una exposición, si no fuese que la belleza y la originalidad de los objetos mostrados hacen de la 'mostra' de Roma una ocasión única para todo aquel que no planee visitar Kuwait en el inmediato futuro.  El 'costo' del seguro de la exposición es de 43 millones de libras esterlinas.

No hay comentarios: