El presidente de Comunidades Islámicas de España, así como representantes judíos o evangélicos, han manifestado que el nuevo Pontífice Francisco I -arzobispo de Buenos Aires- debería seguir la pauta de diálogo interreligioso que mantuvo su antecesor, el Pontífice Emérito, Benedicto XVI.
En declaraciones a Europa Press, Tatary ha destacado que si hay paz y cooperación entre cristianos y musulmanes “seguro habrá paz en el mundo” porque con el diálogo interreligioso se puede fomentar la convivencia, especialmente entre los miembros de las grandes religiones.
El portavoz de la Iglesia Evangélica, Mariano Blázquez, ha manifestado que respeta la elección del Cónclave y le desea lo mejor, aunque no quiere hacer una valoración sobre el elegido porque sería “como preguntar a un republicano su opinión sobre un nuevo monarca”.
Por eso, ha señalado en declaraciones a Europa Press que no opina sobre una institución con la que los evangélicos no solo no tienen nada que ver sino que son “contrarios”, ya que la católica, a su juicio, es una religión que “ha favorecido las diferencias entre las religiones”.
En todo caso, ha dicho que respeta “a quien esté” y que los Evangélicos le desean lo mejor, al tiempo que le piden que avance en el diálogo entre las religiones y que trabaje por la paz mundial y la erradicación de la pobreza.
La Federación de Comunidades Judías de España (FCJE) ha felicitado al nuevo Papa, el cardenal Jorge Mario Bergoglio, al que desean “salud y fortaleza” para llevar a cabo su pontificado con éxito.
Además, confía en que el nuevo pontificado que ahora inicia Francisco I “profundice y progrese en el diálogo iniciado por el Concilio Vaticano II y los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo II y Benedicto XVI”.
En un comunicado, la Federación considera “fundamental” que la Iglesia Católica y los Judíos trabajen a favor del mutuo aprecio con el fin de “erradicar prejuicios y se corrijan errores del pasado”.
Además, desean que el trabajo del nuevo Pontífice tenga “fiel reflejo en España”. “Abogamos siempre por la libertad, el respeto y la paz entre los pueblos y las distintas religiones. Cristianos y judíos compartimos principios y valores que conforman la piedra angular de la civilización occidental”, concluye.
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