Melilla,23/03/2013,elfarodigital.es,Tania Costa
El presidente aclara que él no aboga por un “Islam español”, pero prefiere que “los imanes de la ciudad sean españoles” l CpM acusa al jefe del Ejecutivo local de querer “españolizar a los musulmanes”.
Se puede decir más alto, pero no más claro. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, reiteró ayer en el primer Pleno de control de este año, celebrado en la Asamblea, que no quiere imanes marroquíes en Melilla “haciendo proselitismo y pagados por Marruecos”.
Para evitar que se le diera una vuelta de tuerca a sus palabras, el jefe del Ejecutivo autonómico aclaró al diputado de Coalición por Melilla (CpM), Jalid Said Mohamed, que él no aboga por un Islam español. Eso se lo dijo cuando el cepemista lo comparó con el ministro de Educación, Juan Ignacio Wert, y le acusó de querer “españolizar a los musulmanes”. “Yo estoy por que los imanes de Melilla sean españoles. Pretendo que no estén teledirigidos”, señaló en tono contundente Imbroda.
Y por si no quedaba suficientemente claro, el presidente autonómico explicó al diputado de CpM que como el Islam no es “una iglesia jerarquizada” es normal que desde Melilla las autoridades se pregunten “quién paga a los imanes y quién los dirige”.
Said Mohamed arremetió contra el jefe del Ejecutivo local con el argumento de que según esta exigencia de Imbroda, de tener en Melilla sólo a imanes españoles, entonces los representantes católicos también debían ser españoles y “el Papa, si va a gobernar en Roma, debería ser italiano”. Imbroda lo fulminó con la mirada y recriminó al diputado de CpM “la empanada mental” y “la que ha liado” con sus conclusiones.
El presidente completó así su respuesta a la pregunta del diputado Said Mohamed sobre el contenido de la reunión que Imbroda sostuvo con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, el pasado 5 de febrero en Madrid.
230 matrimonios musulmanes
Cuando el cepemista interrogó a Imbroda sobre los puntos que se abordaron en la entrevista con Gallardón, el presidente le devolvió un escueto “temas de carácter genérico” y esta respuesta hizo que el diputado de CpM se creciera e intentara darle una lección al jefe del Ejecutivo local. “Me parece que en un encuentro tan importante deberían tratarse temas importantes”, le dijo.
Acto seguido Said Mohamed le recordó a Imbroda que tras su reunión con Gallardón el presidente había comentado a la prensa que habían abordado la legalización del matrimonio islámico. “¿No sabe que en 1992 se firmó un convenio con la Comisión Islámica en el que se legalizaron los matrimonios musulmanes en Melilla y que se han oficiado y registrado 230 enlaces”?, inquirió el diputado de CpM.
Imbroda recogió el guante y contestó que si en todos esos años sólo se habían celebrado 230 matrimonios a él le parecían pocos. “Algo está pasando”, le espetó.
No contento con la respuesta, el diputado de Coalición por Melilla le preguntó a Imbroda de qué ciudad era presidente y éste no se pensó la respuesta: “Soy el presidente de Melilla. Ni del cristianismo, del Islam. De Melilla”.
Éste fue el único momento del Pleno de control en el que CpM y Gobierno chocaron frontalmente. Tan ácida fue la discusión que el presidente Imbroda acusó al diputado Said Mohamed de no enterarse de la postura de su partido y “de sus compañeros” en torno a la necesidad de tener en Melilla imanes españoles.
“Yo quiero que los imanes de Melilla sean españoles, no que el Islam sea español ni que los imanes estén pagados por ningún Ministerio de Marruecos”, recalcó el presidente. En la bancada de CpM no hubo réplicas y ahí se quedó el debate.
Subvenciones, en el punto de mira
El turno de interpelaciones y preguntas de Coalición por Melilla (CpM) en el primer Pleno de control del año hizo sangre ayer en el tema de la concesión y control de subvenciones por parte del Gobierno local.
El primero en abrir el melón de las ayudas públicas fue el diputado cepemista Hassan Mohatar, que en su intervención de las 9:35 horas comenzó denunciando “la mala praxis” y la “opacidad” de las subvenciones que se conceden a ONG de la ciudad y que, en su opinión, “crean clientelismo”.
CpM defiende que se respeten los principios de “igualdad, publicidad, transparencia, no discriminación y concurrencia” a la hora de conceder y gestionar las ayudas públicas.
Y dicho esto, Mohatar entró de lleno a denunciar a las asociaciones que piden subvenciones y que luego justifican los gastos con compras de “carne o churros”.
El cepemista no se anduvo por las ramas y empezó a dar nombres. Fue así como habló por primera, pero no por última vez, de la asociación MEPI (Maestros Extraescolares para la Integración). Fue ésta quizás la ONG más mencionada (y criticada) en la sesión plenaria de ayer.
Según denunció Mohatar, MEPI lleva ocho años trabajando en la ciudad, dando apoyo a niños de los distritos IV y V y ha conseguido subvenciones de hasta 600.000 euros pese a que “no tiene experiencia y no ha trabajado con otra institución que no sea la Ciudad Autónoma de Melilla”, dijo.
A Mohatar no le parece bien que MEPI lleve la gestión de “ocho ludotecas”. En este punto le corrigió la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, porque la ONG sólo es responsable de cuatro ludotecas (Patio Sevilla, Pinares, Cañada de Hidúm y Hércules).
Asimismo Garbín le explicó a Mohatar que la Ciudad firmó un convenio con MEPI en octubre de 2006 porque fue la única entidad que se presentó al concurso convocado y que desde entonces se ha renovado automáticamente la colaboración que mantienen.
El presidente aclara que él no aboga por un “Islam español”, pero prefiere que “los imanes de la ciudad sean españoles” l CpM acusa al jefe del Ejecutivo local de querer “españolizar a los musulmanes”.
Se puede decir más alto, pero no más claro. El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, reiteró ayer en el primer Pleno de control de este año, celebrado en la Asamblea, que no quiere imanes marroquíes en Melilla “haciendo proselitismo y pagados por Marruecos”.
Para evitar que se le diera una vuelta de tuerca a sus palabras, el jefe del Ejecutivo autonómico aclaró al diputado de Coalición por Melilla (CpM), Jalid Said Mohamed, que él no aboga por un Islam español. Eso se lo dijo cuando el cepemista lo comparó con el ministro de Educación, Juan Ignacio Wert, y le acusó de querer “españolizar a los musulmanes”. “Yo estoy por que los imanes de Melilla sean españoles. Pretendo que no estén teledirigidos”, señaló en tono contundente Imbroda.
Y por si no quedaba suficientemente claro, el presidente autonómico explicó al diputado de CpM que como el Islam no es “una iglesia jerarquizada” es normal que desde Melilla las autoridades se pregunten “quién paga a los imanes y quién los dirige”.
Said Mohamed arremetió contra el jefe del Ejecutivo local con el argumento de que según esta exigencia de Imbroda, de tener en Melilla sólo a imanes españoles, entonces los representantes católicos también debían ser españoles y “el Papa, si va a gobernar en Roma, debería ser italiano”. Imbroda lo fulminó con la mirada y recriminó al diputado de CpM “la empanada mental” y “la que ha liado” con sus conclusiones.
El presidente completó así su respuesta a la pregunta del diputado Said Mohamed sobre el contenido de la reunión que Imbroda sostuvo con el ministro de Justicia, Alberto Ruiz Gallardón, el pasado 5 de febrero en Madrid.
230 matrimonios musulmanes
Cuando el cepemista interrogó a Imbroda sobre los puntos que se abordaron en la entrevista con Gallardón, el presidente le devolvió un escueto “temas de carácter genérico” y esta respuesta hizo que el diputado de CpM se creciera e intentara darle una lección al jefe del Ejecutivo local. “Me parece que en un encuentro tan importante deberían tratarse temas importantes”, le dijo.
Acto seguido Said Mohamed le recordó a Imbroda que tras su reunión con Gallardón el presidente había comentado a la prensa que habían abordado la legalización del matrimonio islámico. “¿No sabe que en 1992 se firmó un convenio con la Comisión Islámica en el que se legalizaron los matrimonios musulmanes en Melilla y que se han oficiado y registrado 230 enlaces”?, inquirió el diputado de CpM.
Imbroda recogió el guante y contestó que si en todos esos años sólo se habían celebrado 230 matrimonios a él le parecían pocos. “Algo está pasando”, le espetó.
No contento con la respuesta, el diputado de Coalición por Melilla le preguntó a Imbroda de qué ciudad era presidente y éste no se pensó la respuesta: “Soy el presidente de Melilla. Ni del cristianismo, del Islam. De Melilla”.
Éste fue el único momento del Pleno de control en el que CpM y Gobierno chocaron frontalmente. Tan ácida fue la discusión que el presidente Imbroda acusó al diputado Said Mohamed de no enterarse de la postura de su partido y “de sus compañeros” en torno a la necesidad de tener en Melilla imanes españoles.
“Yo quiero que los imanes de Melilla sean españoles, no que el Islam sea español ni que los imanes estén pagados por ningún Ministerio de Marruecos”, recalcó el presidente. En la bancada de CpM no hubo réplicas y ahí se quedó el debate.
Subvenciones, en el punto de mira
El turno de interpelaciones y preguntas de Coalición por Melilla (CpM) en el primer Pleno de control del año hizo sangre ayer en el tema de la concesión y control de subvenciones por parte del Gobierno local.
El primero en abrir el melón de las ayudas públicas fue el diputado cepemista Hassan Mohatar, que en su intervención de las 9:35 horas comenzó denunciando “la mala praxis” y la “opacidad” de las subvenciones que se conceden a ONG de la ciudad y que, en su opinión, “crean clientelismo”.
CpM defiende que se respeten los principios de “igualdad, publicidad, transparencia, no discriminación y concurrencia” a la hora de conceder y gestionar las ayudas públicas.
Y dicho esto, Mohatar entró de lleno a denunciar a las asociaciones que piden subvenciones y que luego justifican los gastos con compras de “carne o churros”.
El cepemista no se anduvo por las ramas y empezó a dar nombres. Fue así como habló por primera, pero no por última vez, de la asociación MEPI (Maestros Extraescolares para la Integración). Fue ésta quizás la ONG más mencionada (y criticada) en la sesión plenaria de ayer.
Según denunció Mohatar, MEPI lleva ocho años trabajando en la ciudad, dando apoyo a niños de los distritos IV y V y ha conseguido subvenciones de hasta 600.000 euros pese a que “no tiene experiencia y no ha trabajado con otra institución que no sea la Ciudad Autónoma de Melilla”, dijo.
A Mohatar no le parece bien que MEPI lleve la gestión de “ocho ludotecas”. En este punto le corrigió la consejera de Bienestar Social, María Antonia Garbín, porque la ONG sólo es responsable de cuatro ludotecas (Patio Sevilla, Pinares, Cañada de Hidúm y Hércules).
Asimismo Garbín le explicó a Mohatar que la Ciudad firmó un convenio con MEPI en octubre de 2006 porque fue la única entidad que se presentó al concurso convocado y que desde entonces se ha renovado automáticamente la colaboración que mantienen.
La consejera subrayó al diputado de CpM que el grado de satisfacción de los usuarios (niños y padres) que acuden a los talleres organizados por MEPI es del 100% y el cepemista le recalcó que él no pone pegas al trabajo de la ONG, sino a que no se convoquen concursos públicos para adjudicar las subvenciones.
También recriminó a Garbín que haya concedido 60.000 euros a la asociación Melilla espacio joven para llevar a cabo un proyecto similar al de MEPI en los distritos IV y V y que para el mismo proyecto el Servicio de Empleo Público Estatal le diera otra ayuda de 103.000 euros. “¿Hasta qué punto es compatible que dos administraciones paguen un mismo proyecto?”, preguntó.
Más coordinación para enterrar a los musulmanes
Si el presidente Juan José Imbroda y el diputado de CpM, Jalid Said Mohamed, tuvieron ayer una encendida discusión en torno a la nacionalidadque deberían tener los imanes que ofician en Melilla, más calmado fue el intercambio de explicaciones entre el presidente de Coalición por Melilla, Mustafa Aberchán, y el consejero de Medio Ambiente, José Ángel Pérez Calabuig, sobre el entierro de un musulmán en un cementerio cristiano.
Preguntado por Aberchán sobre el incidente ocurrido el 9 de este mes, Calabuig reconoció que hubo “falta de coordinación” y que para que no vuelva a suceder se intentará que no haya intermediarios entre los responsables del cementerio cristiano y el musulmán. Aberchán dio por “acertada” la explicación, pero aprovechó para criticar (sin mencionarla) a la Asociación Musulmana de Melilla que el año pasado recibió una subvención de 90.000 euros para, entre otras cosas, garantizar un entierro digno a los musulmanes. Al respecto el presidente de CpM dijo a Calabuig que “vivimos en un nido de oportunistas que han recibido subvenciones para garantizar las reglas islámicas para el traslado de cadáveres, que acaban enterrados en cementerios cristianos”.
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