Barcelona, 2007-10-04, La Vanguardia, MERCÈ BELTRAN
La polémica que ha generado el velo islámico o hiyab de Shaima desvela un debate que
va más allá de la sobre la presencia o no cultural y/ o religioso en las aulas. Una de las primeras preguntas que surgen a tenor de este incidente – un caso aislado si se tiene en cuenta la cantidad de alumnas musulmanas que desde hace tiempo llevan sin problema esa prenda en las aulas- es si las indicaciones del departamento de Educació deben prevalecer sobre el reglamento interno del centro. Por primera vez, Educació obligó a escolarizar a la niña pese a que el CEIP Annexa-Joan Puigbert de Girona había decidido mediar para que la menor se quitara el velo, aduciendo que su reglamento interno deja claro que no se aceptan signos externos que representen diferencias de sexo, etnia… que puedan causar marginación al alumno.
DERECHO A LA ESCOLARIZACIÓN.Expertos consultados de la comunidad educativa coinciden en que por encima de todo está el derecho a la educación y aplauden la decisión de la conselleria. Consideran que no hay una colisión de ordenamiento, sino que en este caso lo que prevalece es el derecho de Shaima a ser escolarizada. El profesor de Ciencia Política de la UPF Ricard Zapata apunta que tal vez ha fallado la forma en la que Educació ha difundido sus argumentos.
SIEMPRE MEDIACIÓN. Josep Miquel Palaudarias, pedagogo de la Universitat de Girona (UdG), Zapata y Joan Estruch, catedrático de Sociología de laUABy especialista en la sociología de la religión, coindicen en que estamos ante un hecho “aislado” y que “cuanto menos hablemos de ello mejor”, dice Estruch. Los tres, al igual que sindicatos y asociaciones de padres, consideran que ante un conflicto de estas características hay que hablar con los padres y con las niñas protagonistas del desencuentro y realizar “pedagogía individual”, explica Palaudarias. Se trata de que alumnas y familia sepan qué significa llevar el hiyab en una sociedad como la nuestra y que la familia entienda las dificultades de integración que ello le comporta. “Siempre es mejor que lo lleve en clase y que los padres acepten que irá a gimnasia y a la piscina. Allí ya no habrá problema con el hiyab”,añade Zapata.
NO A LEGISLAR MÁS. Con la normativa actual “no hay que legislar nada más”, explica Palaudarias, porque “la reglamentación es lo peor que podríamos hacer. Cuanto menos nos radicalicemos mejor. Hay que tener confianza en las escuelas, la inmensa mayoría saben solucionar los problemas”, comenta Estruch.
ESCUELA ACONFESIONAL. ¿Cómo encajan los signos religiosos en un Estado aconfesional, que no laico, como España? La escuela, igual que otros espacios públicos, no se identifica con ninguna confesión, lo que no significa que no las respete. Pero, ¿por qué una niña con hiyab puede ser discriminada y la que lleva una cruz o una medalla no? “Es cuestión de estereotipos y prejuicios que occidente adjudica a esos símbolos, religiosos o no, y que actúan como elemento de discriminación”, explica Palaudarias. Determinados signos de la cultura musulmana adquieren connotaciones machistas y de sumisión de la mujer, “y no siempre es así, porque muchas mujeres los llevan libremente”, añade Palaudarias. Los expertos aconsejan prudencia a la hora de emitir juicios de valor al respecto.
AFECTA A LA CONVIVENCIA. El uso del hiyab no tiene por qué afectar a la convivencia escolar, pero “todos debemos poner algo de nuestra parte, de lo contrario todo será más complicado”, señala Palaudarias. Y en caso de conflicto ¿quién debe ser más tolerante? “Nosotros tenemos más capacidad para aceptar las diferencias. Para conseguir que a la larga se adapten a nuestras costumbres hay que ser tolerantes y flexibles, porque cerrarse en banda no hará más que reforzar su opinión. Necesitan un período de adaptación, ellos son más débiles que nosotros”, afirma Joan Estruch.
PERMISIVIDAD. ¿Por qué tengo que ser menos tolerante ante un hiyab que ante otro tipo de vestimenta que tal vez me provoca mayor engorro? La pregunta la plantean distintos profesores y directores de centros con los que ha hablado La Vanguardia.No esperan respuesta porque la tienen. Les resulta menos incómodo el hiyab que según que tipo de indumentaria de los adolescentes autóctonos,como los pantalones caídos por los que asoma la ropa interior, tanto de ellos como de ellas, o las camisetas que dejan al descubierto una parte del sostén y medio abdomen al aire.
Islam España es el portal del islam en lengua española , un proyecto de futuro para la convivencia,la cooperación y el diálogo.
La polémica que ha generado el velo islámico o hiyab de Shaima desvela un debate que
va más allá de la sobre la presencia o no cultural y/ o religioso en las aulas. Una de las primeras preguntas que surgen a tenor de este incidente – un caso aislado si se tiene en cuenta la cantidad de alumnas musulmanas que desde hace tiempo llevan sin problema esa prenda en las aulas- es si las indicaciones del departamento de Educació deben prevalecer sobre el reglamento interno del centro. Por primera vez, Educació obligó a escolarizar a la niña pese a que el CEIP Annexa-Joan Puigbert de Girona había decidido mediar para que la menor se quitara el velo, aduciendo que su reglamento interno deja claro que no se aceptan signos externos que representen diferencias de sexo, etnia… que puedan causar marginación al alumno.
DERECHO A LA ESCOLARIZACIÓN.Expertos consultados de la comunidad educativa coinciden en que por encima de todo está el derecho a la educación y aplauden la decisión de la conselleria. Consideran que no hay una colisión de ordenamiento, sino que en este caso lo que prevalece es el derecho de Shaima a ser escolarizada. El profesor de Ciencia Política de la UPF Ricard Zapata apunta que tal vez ha fallado la forma en la que Educació ha difundido sus argumentos.
SIEMPRE MEDIACIÓN. Josep Miquel Palaudarias, pedagogo de la Universitat de Girona (UdG), Zapata y Joan Estruch, catedrático de Sociología de laUABy especialista en la sociología de la religión, coindicen en que estamos ante un hecho “aislado” y que “cuanto menos hablemos de ello mejor”, dice Estruch. Los tres, al igual que sindicatos y asociaciones de padres, consideran que ante un conflicto de estas características hay que hablar con los padres y con las niñas protagonistas del desencuentro y realizar “pedagogía individual”, explica Palaudarias. Se trata de que alumnas y familia sepan qué significa llevar el hiyab en una sociedad como la nuestra y que la familia entienda las dificultades de integración que ello le comporta. “Siempre es mejor que lo lleve en clase y que los padres acepten que irá a gimnasia y a la piscina. Allí ya no habrá problema con el hiyab”,añade Zapata.
NO A LEGISLAR MÁS. Con la normativa actual “no hay que legislar nada más”, explica Palaudarias, porque “la reglamentación es lo peor que podríamos hacer. Cuanto menos nos radicalicemos mejor. Hay que tener confianza en las escuelas, la inmensa mayoría saben solucionar los problemas”, comenta Estruch.
ESCUELA ACONFESIONAL. ¿Cómo encajan los signos religiosos en un Estado aconfesional, que no laico, como España? La escuela, igual que otros espacios públicos, no se identifica con ninguna confesión, lo que no significa que no las respete. Pero, ¿por qué una niña con hiyab puede ser discriminada y la que lleva una cruz o una medalla no? “Es cuestión de estereotipos y prejuicios que occidente adjudica a esos símbolos, religiosos o no, y que actúan como elemento de discriminación”, explica Palaudarias. Determinados signos de la cultura musulmana adquieren connotaciones machistas y de sumisión de la mujer, “y no siempre es así, porque muchas mujeres los llevan libremente”, añade Palaudarias. Los expertos aconsejan prudencia a la hora de emitir juicios de valor al respecto.
AFECTA A LA CONVIVENCIA. El uso del hiyab no tiene por qué afectar a la convivencia escolar, pero “todos debemos poner algo de nuestra parte, de lo contrario todo será más complicado”, señala Palaudarias. Y en caso de conflicto ¿quién debe ser más tolerante? “Nosotros tenemos más capacidad para aceptar las diferencias. Para conseguir que a la larga se adapten a nuestras costumbres hay que ser tolerantes y flexibles, porque cerrarse en banda no hará más que reforzar su opinión. Necesitan un período de adaptación, ellos son más débiles que nosotros”, afirma Joan Estruch.
PERMISIVIDAD. ¿Por qué tengo que ser menos tolerante ante un hiyab que ante otro tipo de vestimenta que tal vez me provoca mayor engorro? La pregunta la plantean distintos profesores y directores de centros con los que ha hablado La Vanguardia.No esperan respuesta porque la tienen. Les resulta menos incómodo el hiyab que según que tipo de indumentaria de los adolescentes autóctonos,como los pantalones caídos por los que asoma la ropa interior, tanto de ellos como de ellas, o las camisetas que dejan al descubierto una parte del sostén y medio abdomen al aire.
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