Los ponentes de la jornada que acogió ayer el palacio Horkasitas de Balmaseda.E. Castresana
Ganaderos y empresas comparten ideas sobre innovación en Balmaseda
La granja El Haya de Matienzo resurgió de las cenizas del incendio que arrasó su nave de Karrantza hace dos años con nuevas ideas para hacer sus instalaciones aún más eficientes. Desde que los primos segundos Vicente Albisua y Jesús Miguel Herboso unificaron los negocios de sus padres hace casi veinte años, la redistribución de las tareas y la tecnología que les ayuda en su día a día les permite coger vacaciones o establecer turnos los fines de semana, una quimera para muchos ganaderos. Junto con otras tres empresas y explotaciones dieron a conocer su receta para transportar al siglo XXI el trabajo que a menudo se remonta generaciones atrás ayer durante el encuentro sobre innovación en el sector lácteo celebrado en Balmaseda. La jornada avanza la puesta de largo del foro Enkarterrialde Open Lab, que tendrá lugar la próxima semana en ese mismo escenario del palacio Horkasitas.
“Es importante que den a conocer sus experiencias. El año pasado ya se llevó a cabo una actividad similar en el balneario de Karran-tza, pero esta vez lo hemos orientado a nuevos métodos de gestión”, explicó el gerente de Enkarterrialde, Txus Gómez. En El Haya de Matienzo gracias al sistema mecanizado “ordeñamos noventa vacas a la hora”, lo que se traduce en “6.000 litros de leche al día y 2,2 millones al año” que entregan a Kaiku. “La granja ha vuelto a ser lo que era por vecinos e instituciones”, dicen Vicente y Jesús Manuel sobre el fuego.
LECHE PARA MUSULMANES
Los hermanos Noelia e Iván Rasines dieron un giro a la empresa familiar hace 17 años transformándola en Lactebal. Desde el polígono El Páramo de Balmaseda “ponemos cara a productores y ganaderos y nos involucramos en el proceso desde las explotaciones hasta la tienda”, indicó Noelia. La clientela fiel “repite, pero cuesta que entren porque competimos contra precios baratos de la industria”. El sector lácteo “está maduro, pero hay muchos tipos de productos que adaptamos a demanda”. Entre ellos, la leche pensada para consumidores musulmanes “que la toman más fermentada”.
Por su parte, Vista Alegre Baserria suma 25 años de apuesta ecológica en Karrantza reemplazando el plástico y racionalizando la producción, contó Helen Groome. Completaron las ponencias los guipuzcoanos Behieko.
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