Barcelona, ciudad marcada por el islam en el panorama social y político europeo. Por un lado, porque la ciudad saltó al ruedo mediático debido al atentado del 17A pero también por su presencia en la ciudad desde la primera ola de migración magrebí en la década de los sesenta. Con ello, hoy emergen grupos de jóvenes musulmanes barceloneses con ganas de hacerse ver derribando estereotipos y clichés que ennegrecen la religión que, al menos culturalmente, persiguen, el islam. Sin embargo, no han encontrado referentes durante mucho tiempo por motivos ideológicos, idiomáticos , etcétera.
Ahora, llega a la ciudad la Fundació Mezquita de Barcelona para crea rlos. Quieren ofrecer un lugar abierto a la ciudadanía, no solo hacia los musulmanes. Un activo para la sociedad. “Queremos aportar un servicio”, augura Ahmed Bermejo, secretario y delegado de la Fundació en Barcelona. “Tenemos que contrarrestar el extremismo entre los jóvenes que hasta ahora no han encontrado referentes en los oratorios”, asevera. Siete son los componentes de la junta directiva, la mayoría, españoles, desde un médico a un ingeniero o un informático, todos a disposición de los cuerpos de seguridad del estado pretenden abrir un espacio en Barcelona donde los musulmanes puedan orar y estudiar. “No necesariamente hablamos de clases de religión”, explica el secretario . Su modelo es la Mezquita Mayor de Granada, de donde procede Bermejo y “no la de Madrid”, señala el delegado de la Fundació. En cuanto a la financiación del espacio, que no quieren etiquetar de mezquita, se han marcado unas líneas rojas.
“ Sí a la inversión extranjera mientras no interceda en ningún momento en la gestión del centro. No estamos dispuestos a importar ideologías ni movimientos aje nos a la tierra en la que nos encontramos ” , declara Bermejo. Además, aseguran que los servicios religiosos que recaen sobre la figura de un imán deberán oficiarse en el idioma local y “la persona debe ser de aquí”. Bermejo declara que “la religión debe ser el centro para ser un ciudadano ejemplar y no anteponerla a todo lo que es diferente”. Él mismo anima a los musulmanes a participar más en la vida pública. Cuestiona si están dispuestos a ello pero asegura que hay una generación de jóvenes musulmanes catalanes que tienen ansias de encontrar su lugar en la sociedad. Por ellos, ve la necesidad de erigir la Fundació Mezquita de Barcelona.
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