Un policía en el lugar donde un hombre fue apuñalado al oeste de Londres, el pasado día 16. SIMON DAWSON REUTERS
Las detenciones se produjeron durante el fin de semana, mientras el Gobierno británico llama a "rechazar a los extremistas que intentan dividirnos".
Al menos cinco personas fueron detenidas en Reino Unido a lo largo del fin de semana por ataques racistas contra musulmanes. El más grave de ellos ocurrió en Stanwell, cerca del aeropuerto de Heathrow, cuando un hombre de unos 50 años apuñaló y golpeó con un bate de béisbol a un joven de 19, hospitalizado con heridas graves. La policía ha calificado la agresión como "incidente terrorista".
Nemer Salem, un vecino de origen sirio, aseguró haber escuchado al agresor profiriendo "gritos e insultos contra los musulmanes" antes de consumar el ataque, perpetrado aparentemente sobre la marcha y a discreción. "Yo lo vi todo desde la ventana", declaró Salem a la BBC. "Soy musulmán y tengo miedo".
Neil Basu, comisario responsable de contraterrorismo en Scotland Yard, aseguró sin dudarlo que la acción "fue inspirada por la ultraderecha y ha sido declarada como incidente terrorista". La policía londinense no ha revelado sin embargo hasta el momento la identidad del agresor, que fue detenido en el acto, ni de la víctima.
El secretario de Interior, Sajid Javid, hizo un llamamiento a los británicos a "rechazar a los terroristas y a los extremistas que intentan dividirnos". "Ahora es el momento de desafiar el odio, la ignorancia y la violencia y defender el país tolerante y diverso que somos y que queremos ser".
Harun Khan, secretario general del Consejo Musulmán británico, ha dirigido por su parte una carta a la primera ministra, Theresa May, advirtiendo del "palpable sentido del miedo" desatado por la masacre de Nueva Zelanda que ha cobrado 50 muertos. Khan ha recordado cómo el 52% de los ataques de odio son dirigidos contra los musulmanes y ha pedido un plan de acción y protección de mezquitas y centros culturales, similar al aprobado para defender las sinagogas judías ante la reciente oleada de antisemitismo.
"Las mezquitas están abiertas todos los días, pero son un punto especialmente sensible los viernes por la concentración de fieles en el día de culto", advirtió Khan. "Existe sin duda el riesgo de ataque de réplica en los próximos días, especialmente ahora y en este clima de inquietud por el crecimiento de la ultraderecha".
Además del incidente en las cercanías de Londres, tres hombres fueron detenidos en dos sucesos separados en Rochdale, en el cercanías de Manchester. En Oldham, la policía detuvo a otro hombre por los mensajes de apoyo en las redes sociales al autor de la masacre de Nueva Zelanda, Brenton Tarrant.
El MI5 investiga entre tanto las supuestas conexiones de Tarrant con la ultraderecha británica y está intentando reconstruir las dos semanas que pasó en Reino Unido en el 2017, como parte de su tour de "radicalización" europeo. En su manifiesto, el asesino de Nueva Zelanda se autoproclama admirador de Darren Osborne, condenado a 43 años de cárcel por el atentado en ese mismo año que causó un muerto y nueve heridos en Finsbury Park, cuando se lanzó con una furgoneta sobre un grupo de musulmanes.
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