El gigante suramericano solo está detrás de Estados Unidos, China y la India
Brasil es el cuarto país que más genera residuos plásticos en el mundo, después de Estados Unidos, China e India.
Así lo reveló la investigación 'Solucionar la Contaminación Plástica: Transparencia y Responsabilidad', realizado por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF).
El gigante suramericano produce 11,3 millones de toneladas de desechos plásticos. De ese total, más de 10,3 millones de toneladas fueron recolectadas (91%), pero solo 145 mil toneladas (1,28%) son efectivamente recicladas.
“Este es uno de los menores índices de la investigación y está muy por debajo del promedio global de reciclaje de plásticos, que es del 9%”, dijo la WWF en un comunicado.
Además, más de 2,4 millones de toneladas de plástico en el país son descartadas de forma irregular, sin tratamiento y, en muchos casos, en basureros a cielo abierto; mientras que 7,7 millones de toneladas de residuos terminan en vertederos, añadió el Fondo.
El estudio.realizado por el WWF con base en datos del Banco del Mundial, analizó la situación en más de 200 países y concluyó que Brasil produce, en promedio, aproximadamente 1 kilogramo de basura plástica por habitante cada semana.
En los tres primeros puestos de la investigación aparecen Estados Unidos (con 70,7 millones de toneladas), China (54,7 millones) e India (19,3 millones). Y después del gigante suramericano aparecen Indonesia (9,8 millones de toneladas), Rusia (8,9 millones), Alemania (8,2 millones), Reino Unido (7,9 millones), Japón (7,1 millones) y Canadá (6,6 millones).
"Es hora de cambiar la forma en que vemos el problema: hay una fuga enorme de plástico que contamina la naturaleza y amenaza la vida. El siguiente paso para soluciones concretas es trabajar juntos por medio de marcos legales que convoquen a la acción a los responsables de la basura generada”, aseguró Mauricio Voivodic, director ejecutivo de WWF-Brasil.
Entre los impactos al ambiente por la contaminación del plástico están afectaciones a la calidad del aire, el suelo y los sistemas de suministro de agua. Los impactos directos están relacionados con la no regulación global del tratamiento de residuos de plástico, la ingestión de micro y nanoplásticos (invisible a los ojos) y la contaminación del suelo con residuos.
Entre los impactos a la salud humana están la liberación de gases tóxicos, alógenos y dióxido de nitrógeno y dióxido de azufre en la atmósfera, así como un aumento de problemas respiratorios, enfermedades cardíacas y daños al sistema nervioso de personas expuestas cuando se contamina con plástico los acuíferos, cuerpos de agua y depósitos, entre muchos otros.
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