Se ha celebrado un coloquio sobre la islamofobia y el yihad en el Salon de actos del Consell Agrari de Benifaió, presentados por Amparo Sánchez, ex presidenta del centro cultural Islámico de Valencia e Ihab Fahmy, Coordinador de las Comunidades Islámicas de Levante. Un espacio organizado por la Comunidad Islámica de Benifaió en colaboración con el propio Ayuntamiento que asistió al acto varios concejales encabezados por la alcaldesa Marta Ortiz Martínez.
Nejma Hamouni fue la presentadora del acto y de sus ponentes, acto que inició Sánchez analizando los estudios del crecimiento de la islamofobia en Valencia durante el año dos mil dieciséis; estudios que muestran cifras y hechos alarmantes tales como que dentro de las agresiones verbales o físicas que se han sufrido, aquellas dirigidas a mujeres musulmanas superan en ocho veces a las dirigidas hacia hombres musulmanes. Además, se muestra cómo no sólo son los musulmanes objetivos de violencia, sino que fieles de una confesión mayoritaria como es la católica, o incluso instituciones públicas, también han llegado a ser agredidas debido a su trabajo en el diálogo intercultural e interreligioso así como en el fomento de la cultura de la tolerancia.
Seguidamente, tomó la palabra Ihab Fahmy, centrando su ponencia en la esencia del Yihad en el Islam. Fahmy explicó a los asistentes cómo de pesado se les hace los jóvenes musulmanes despertar cada mañana con la “cruz” de llevar sobre la espalda ese “yihad” mediático y tóxico que continuamente se relaciona con el terrorismo. Para los más jóvenes esto es un conflicto grave, pues el Yihad aparece redactado en el Corán en cuarenta y una ocasiones, y en ninguna de ellas se le aplica un significado bélico.
Entre los múltiples significados que abarca el término yihad, se encuentra el de la lucha; el del máximo esfuerzo.
Adopta formas y circunstancias, como es el de una mujer sacando adelante a sus hijos, ella hace yihad; un médico salvado una vida o aliviando el dolor de tantas otras, él hace yihad; alumnos y alumnas que van a la escuela, a la universidad, se forman y se nutren para ayudar a otros, ellos hacen yihad; una agente que vela por la seguridad de sus vecinos mientras el resto duerme, ella hace yihad… Y tantos otros ejemplos de constancia y esfuerzo que forman parte del Yihad, desde los pequeños gestos hasta el Yihad mayor, que es la lucha contra el propio ego, contra la maldad de cada uno de forma interna. Esa es la yihad de la que jamás se habla en los medios.
Fahmy mostró algunas diapositivas que mostraban distintas cruces con clara connotación fascista y xenófoba, y preguntó a los asistentes por lo que representaban. Ninguno les dio un significado religioso, evidentemente. Fue entonces cuando el coordinador habló de cifras de la II Guerra Mundial –europea-: más de setenta y dos millones de víctimas, representando entonces el 3,75% de la población de aquél momento, y nunca se habló ni se vinculó con el terrorismo cristiano. Sin embargo, los grupos existentes con ideología criminal y terrorista que actúan fuera de la ley bajo el lema del yihad no llegan a alcanzar el 0,006% de la población musulmana mundial, y son de los que más hablamos. ¿Qué ha cambiado? Efectivamente, el alcance de los medios de comunicación.
En la era de la globalización continuamos separados por razones de creencia, cultura e ideología por culpa de los medios de comunicación, cuando debería ser todo lo contrario. Y toda una industria económica se lucra detrás de tanta oscuridad; ya que el odio, es negocio. Así finalizó Fahmy su ponencia, después de la ronda de preguntas y observaciones.
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