Una mujer musulmana porta un cartel en una manifestación en Barcelona
Mohamed Halhoul, secretario del Consejo Islámico de Catalunya, piensa que no tiene sentido hablar de radicalización entre la comunidad musulmana, porque “son fenómenos puntuales y extraños” que se producen fuera de los centros de culto. Niega que haya una implantación del salafismo en la región.
Considera una “obligación y necesidad” la formación de los imanes y resalta la labor social de las entidades islámicas, que ofrecen comida y recurso a familias.
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Mohamed Halhoul, secretario del Consejo Islámico de Catalunya, subraya que los casos “puntuales y anómalos” de radicalización entre fieles son "ajenos a las entidades religiosas y a las mezquitas". “Todas las comunidades islámicas son conscientes del tema de la integración, y trabajan con transparencia, visualizando las prácticas”.
El portavoz del consejo asegura que habla partiendo del conocimiento y trato habitual con las entidades islámicas. Por ello, considera que “no tiene sentido” hablar de radicalización aunque sean casos puntuales entre la comunidad musulmana e insiste en que los detectados se produjeron fuera de las mezquitas y colectivos religiosos.
Sobre la incidencia del salafismo en Catalunya, Halhoul rechaza hablar de “implantación” porque no se siente entre la comunidad musulmana esta corriente. “No lo noto, no sentimos próximo este movimiento. No tiene cabida aquí”.
En cambio, los Mossos cifran entre 35 y 40 los centros de culto de orientación salafista, lo que significaría el 17% de las mezquitas en esta comunidad.
Los representantes de la comunidad musulmana piden que no estigmaticen a los imanes cuando transcienden casos, como el del imán de Terrassa, que imputado por incitar a la violencia contra las mujeres. Precisamente, los musulmanes de esta localidad catalana decidieron en mayo apartarle del rezo a raíz de su imputación judicial.
Mohamed Halhoul defiende “la obligación y necesidad” de formar a los imanes. “Es importante que conozcan bien el modelo social en España, su legislación y los convenios para ayudar a las familias (…) Creo que es un tema de primera necesidad, que forma parte de la cohesión social y la convivencia”. Sin embargo, con la crisis se han dejado de financiar estos cursos de formación, ni siquiera “pequeños intentos”, algo que Halhoul considera un error.
Las entidades religiosas islámicas y las autoridades de Ayuntamiento, junto con la Policía Local, colaboran para prevenir pequeña delincuencia en barrios y proteger a las familias musulmanas en riesgo de exclusión social.
El portavoz del consejo resalta la labor asistencia de las entidades religiosas de la comunidad musulmana que, como pasa con organizaciones de otras confesiones, están desbordadas por la demanda de familias que piden ayuda.
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