Reus,23/12/2012,diaridetarragona.com,
JOAN MORALES
El consistorio confirma que está en proceso de legalización y que ha ordenado el cierre de la de la calle Forners. El nuevo lugar de culto de la comunidad musulmana está en la calle marçà y funciona desde hace un par de meses
Reus cuenta desde hace un par de meses con una tercera mezquita, que se ha unido a las existentes desde hace tiempo en los polígonos Granja Vila y Mas Ferrer. El nuevo centro de culto de la comunidad musulmana de la capital del Baix Camp se ha abierto en la calle Marçà del polígono Agro-Reus, donde desde hace semanas ya puede verse actividad, especialmente a las horas de rezo.
La puesta en marcha de esta tercera mezquita en la ciudad contrasta con la propuesta que el alcalde de Reus, Carles Pellicer, llevaba en su programa electoral antes de acceder a la alcaldía, donde siempre defendió que la ciudad debía tener un solo lugar de culto, en clara alusión a las dos mezquitas que hubo en la última etapa del gobierno de Lluís Miquel Pérez.
Fuentes del consistorio confirmaron han confirmado al Diari que «el nuevo lugar de culto del polígono Agro-Reus tiene autorización y está en proceso de legalización. Toda la documentación que han presentado hasta ahora es correcta y cumplen con la ley para poder realizar la actividad». A pesar de que ésta es la tercera mezquita que abre en la capital del Baix Camp, estas mismas fuentes insistieron en que «en realidad son dos las mezquitas, ya que la que hay en la calle Forners, en el polígono Mas Ferrer, tiene que cerrar porque hay un decreto que lo ordena, porque no cumple con los requisitos».
Por último, desde el Ayuntamiento aseguran que la apertura de esta nueva mezquita «obedece a la actitud de ordenación y regulación de estas actividades. Además, en este caso, la ubicación es la adecuada».
El Diari ha pasado por estas nuevas instalaciones para intentar hablar con alguno de sus responsables, aunque el intento ha sido fallido. Un fiel que estaba en la puerta de la nueva mezquita confirmó que «hace un par de meses que venimos aquí a rezar», aunque no quiso dar más explicaciones porque «el presidente de la comunidad está estos días en Marruecos y no vendrá hasta la próxima semana».
Tranquilidad
A pesar del movimiento de fieles por la calle Marçà del polígono Agro-Reus, algunos empresarios de la zona consultados por esta redacción han confirmado que no existe ningún problema, ni de movilidad ni de aparcamiento, y que la tranquilidad es absoluta.
Actualmente, las tres mezquitas que hay en la capital del Baix Camp están distribuidas de manera que pueden dar servicio a tres puntos de la ciudad muy distanciados (ver plano adjunto). Así, en la zona norte está la de la calle Tolerància, en el polígono Granja-Vila. Este lugar de culto abrió sus puertas en mayo de 2011, unos días antes de las últimas elecciones municipales.
Anteriormente, sus fieles habían estado durante bastante tiempo en el polígono Dyna, en unos barracones instalados por el consistorio en unos terrenos que también eran municipales. Finalmente, la comunidad musulmana apostó por comprar un local propio y trasladar su actividad al cercano polígono Granja Vila.
A raíz de este traslado salieron a la luz algunas discrepancias internas entre la comunidad y algunos de sus integrantes decidieron abrir un nuevo centro en el polígono Mas Ferrer, en la zona sur de Reus. Primero, y de manera provisional, fue en la calle Pintor Fuster. Después se trasladaron a la calle Forners, donde están en la actualidad. Precisamente, ésta es la mezquita sobre la que el Ayuntamiento ha dictado una orden de cierre, porque no cumpliría con los requisitos legales.
Por último, el centro que se ha abierto ahora en el polígono Agro-Reus serviría para dar servicio a los fieles de la zona oeste de la ciudad, especialmente a los del barrio Gaudí, relativamente próximo a este polígono y donde existe una elevada población musulmana.
A pesar de la reticencia que, en algunas ocasiones, se ha producido entre los empresarios de los polígonos en el momento de abrirse estas mezquitas, durante la celebración del último Ramadán, el comportamiento y civismo de la comunidad musulmana fue destacado por los propios empresarios, en un clima de normalidad.
A pesar de que la última oración de la noche se tenía que hacer en la calle por falta de espacio y por el calor, los fieles limpiaban después la zona.
Dispositivo
Además, la Guàrdia Urbana de Reus puso en marcha en los dos polígonos, exactamente en las calles Forners y Tolerància, un dispositivo especial para que la comunidad musulmana pudiese concentrarse originando las mínimas molestias posibles a los empresarios. En este sentido, en ambas calles se prohibió aparcar y circular entre las 21 y las 02 horas. Además, todas las noches estuvo presente una patrulla de la policía local.