Rabat,27-03-2019,EFE,Mohamed Siali
La islamofobia en el mundo occidental tiene múltiples causas, pero nace sobre todo de una lectura manipulada de la historia que hace una corriente de derecha antimusulmana, según cree el director general de la Organización Islámica para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Isesco), Abdulaziz Othman Al Twaijri.
En una entrevista con Efe, Al Tuwaijiri, de nacionalidad saudí, no descarga toda la culpa en “el otro”, sino que admite que también las comunidades musulmanas radicadas en países occidentales no han sabido organizarse para defender sus intereses sin faltar a sus obligaciones civiles como ciudadanos de esos países.
La Isesco, que tiene su sede en Rabat, es un organismo con sesenta socios creado en 1982 por la Organización de la Conferencia Islámica a imagen y semejanza de la Unesco, para promover un punto de vista islámico sobre la ciencia y la cultura.
Esta “instrumentalización de la historia” -recuerda Al Twaijri- era muy evidente en el caso del autor del ataque en Nueva Zelanda, Brenton Tarrant, quien tenía inscritas en sus armas fechas y nombres relacionados con diversos conflictos históricos entre el islam y el cristianismo.
Así, había escrito a mano la fecha de 1683, año del asedio del Imperio otomano a Viena, y nombres como Sebastiano Venier, comandante de la flota veneciana en la batalla de Lepanto contra los turcos, o el del rey Pelayo, el caudillo asturiano que causó la primera derrota de los ejércitos musulmanes en España.
Para Al Twaijri, ha habido históricamente un sesgo “injusto y ofensivo” en el relato cristiano sobre el islam, que incluyen las guerras cruzadas y la ocupación colonial moderna de grandes territorios musulmanes.
El colonialismo -añadió- no solo “saqueó” extensas partes del mundo musulmán, sino que impuso regímenes crueles que privaron a los ciudadanos de libertad y dignidad, dos factores que explican la emigración de cientos de miles de musulmanes hacia Occidente, principalmente Europa.
Esta emigración masiva no deja de causar ciertos desequilibrios que son utilizados por razones políticas y electorales por los partidos de la derecha extremista en su búsqueda de votos, razonó.
Para el académico, los radicales de extrema derecha y los yihadistas se complementan unos a otros: “el extremista se alegra por el radicalismo del contrario, porque justifica así su extremismo”.
Musulmanes y ciudadanos de Europa
El responsable islámico lamentó que las comunidades musulmanas en Occidente hayan sido en ocasiones “negligentes” a la hora de protegerse de los estereotipos de la islamofobia, al no organizarse para refutar los argumentos de los grupos extremistas.
Así, pidió a estos musulmanes que protejan su identidad sin entrar en contradicciones con el deber que también tienen de defender los intereses y la estabilidad de los países occidentales en donde viven.
Y en paralelo, pidió a los distintos países musulmanes que cesen su injerencia en los asuntos de sus comunidades en Occidente, en probable alusión (aunque no citó a ningún país) a lo que hace Turquía, Marruecos, Argelia o Arabia Saudí con el control de las mezquitas.
Día mundial contra la islamofobia
El saudí se sumó a las voces que sugieren declarar el 15 de marzo (fecha del doble atentado contra dos mezquitas de Christchurch) como “Día internacional de solidaridad contra la islamofobia”, y pidió que este fenómeno sea considerado como “una forma de racismo”.
En la misma línea, también se adhiere al llamamiento para otorgar el Premio Nobel de la Paz a la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, porque ha sabido “demostrar que el terrorismo no tiene religión”.
Al-Twaijri agregó hoy que la postura de Ardern ante este “crimen atroz”, fue “humanista y honrada”, al haber tratado a los musulmanes de su país en su calidad de ciudadanos neozelandeses y sin tomar en consideración su pertenencia religiosa.
El terrorismo “es un acto criminal que perpetran criminales, sea cual sea su religión”, zanjó el saudí.
Vox y la reputación de España
El dirigente musulmán se refirió también al caso de España y al ascenso del partido de ultraderecha Vox: según él, esta “corriente ofensiva” va a “dañar los intereses que España tiene con los países musulmanes y va a perjudicar a su reputación como estado”.
En España -recordó- no existía esa corriente “que azuza el miedo contra el islam y los musulmanes”, sino que siempre ha sido una sociedad “abierta y conocida por su tolerancia”.
“Esperemos que los ciudadanos españoles no se dejen engañar”, concluyó.