viernes, 2 de mayo de 2014

Razones por las cuales la economía de China no colapsará

Pekín,02 may 2014,rt.com


La tasa de crecimiento de China se está desacelerando y los precios de bienes raíces caen. Sin embargo, el Fondo Monetario Internacional (FMI) asegura que los riesgos de una crisis financiera a gran escala en el gigante asiático son mínimos.

"¿Significa esto que China puede quedarse sentada con los brazos cruzados y no hacer nada? Por supuesto que no", dijo el director del Departamento Asia-Pacífico del FMI, Changyong Rhee, citado por 'The Wall Street Journal', quien además hizo hincapié en que Pekín debe continuar la política de reestructuración de la economía para reducir su dependencia de las exportaciones y de las inversiones en el sector inmobiliario y la industria pesada.

China se debe la mayor parte de su deuda a sí misma

Se espera que la tasa de crecimiento de China en 2014 se reduzca hasta un 7,5%, cifra menor que el 7,7% del año pasado, mientras que en 2015 su crecimiento sería de alrededor del 7,3%.

Según Rhee, Pekín se enfrentará a un creciente número de impagos de préstamos. Pero a diferencia de Tailandia o Corea del Sur en vísperas de la crisis financiera de 1997, China no se ha endeudado fuertemente en el exterior en monedas extranjeras. Además, la deuda total externa de China es de solo un 9% con respecto al PIB, mientras que la deuda del país surcoreano antes de la crisis era de casi un tercio de su PIB.

"Esto significa que un debilitamiento del yuan no provocará un fuerte incremento de la deuda de los prestatarios en moneda local. Pero en divisa extranjera podría provocar una reacción en cadena de quiebras", explicó el representante del FMI.

La deuda pública de China es baja

Al igual que muchos gobiernos de países desarrollados, Pekín también tiene un déficit presupuestario. Pero este es relativamente pequeño: 2,1% de su PIB. La deuda pública total del gigante asiático a finales de 2013 era de tan solo el 21,3% del valor de su PIB, según datos del FMI. En ese mismo periodo, la deuda pública de EE.UU. alcanzaba el 108,1% de su PIB, mientras que la deuda de Japón era del 245,4% del PIB.

Esto significa que "China puede permitirse el lujo de gastar más para compensar la desaceleración de su economía. Además, el gobierno puede otorgar paquetes de ayuda financiera a los bancos que son demasiado grandes como para quebrar", dijo Rhee.

En el peor de los casos, según el alto funcionario, el Banco Central de China podría seguir el ejemplo de la Reserva Federal de EE.UU. y el Banco de Japón y presentar el programa denominado flexibilización cuantitativa para comprar bonos de deuda.
La desaceleración del crecimiento de China sigue un plan de Gobierno

Según Rhee, es fácil sobrevalorar el grado de influencia del Partido Comunista de China en las decisiones económicas del país, sin embargo, puede tener un impacto tan grande que los políticos de EE.UU. y de otros países democráticos lo envidiarían.

La mayoría de los bancos están bajo el control del Estado y las compañías que dominan la economía son estatales.

Pekín puede imponer a los bancos cómo y a quién entregar préstamos e incluso puede indicar a las grandes empresas cómo y dónde invertir. Son medidas que los líderes chinos tratan de evitar, pero es una opción adicional, destacó el director del Departamento Asia-Pacífico del FMI.

"Los bancos centrales de Europa y EE.UU. notaron que incluso las bajas tasas de interés no alentaban a los bancos o compañías a conceder créditos y como resultado de esto, las consecuencias de la crisis económica terminaron siendo más graves", apuntó.

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