Chile, 19 mayo 2014,rt.com
Su intensa gravedad y densidad, extraña composición y altas temperaturas hacen de las estrellas de neutrones los objetos más raros del cosmos. Las más peculiares entre ellas son los magnetares, pero los científicos dicen haber desvelado su misterio.
Las estrellas de neutrones son restos de estrellas como mínimo ocho veces más masivas que el Sol. Cuando estas estrellas gigantescas agotan su combustible nuclear explotan en supernovas, pero sus núcleos colapsan bajo la intensa gravedad. Como resultado, las estrellas de neutrones tienen la masa de una estrella, pero un diámetro de apenas 20 kilómetros. La combinación de una masa enorme y un tamaño diminuto es sinónimo de una densidad enorme: estos objetos son 400 billones de veces más densos que el agua (4 × 1014 gramos por centímetro cúbico).
Tienen una superficie sólida y son 100 veces más cálidas que el Sol. Su fuerza de gravedad es suficiente para exprimir átomos hasta que los electrones se combinan con los protones y forman neutrones
Tienen una superficie sólida y son 100 veces más cálidas que el Sol. Su fuerza de gravedad es suficiente para exprimir átomos hasta que los electrones se combinan con los protones y forman neutrones, de ahí el término 'estrella de neutrón', aunque en realidad estos cuerpos no se componen enteramente de neutrones. Además, técnicamente no pueden considerarse 'estrellas', ya que no brillan por fusión nuclear.
Las estrellas de neutrones están demasiado lejos de la Tierra para poder ser observadas con detalle y hasta ahora los científicos no cuentan con un modelo físico completo de su interior. Se observan como pulsos regulares de ondas de radio: estos pulsos (llamados 'pulsares') provienen de un haz de la luz producido por el intenso campo magnético que atraviesa la Tierra cuando la estrella de neutrones gira. Algunos de estos pulsares que los astrónomos lograron identificar a lo largo de los últimos 50 años tienen rotaciones tan regulares que se consideran los 'relojes' más fiables y precisos del cosmos: los más rápidos de ellos giran entre cientos y miles de veces por segundo.
Todas las estrellas de neutrones tienen un intenso campo magnético producido por los protones y electrones que no fueron 'aplastados' y no se convirtieron en neutrones; estos protones y electrones crean corrientes eléctricas potentes. Pero entre las estrella de neutrones 'convencionales' hay 21 objetos excepcionales (y otros cinco candidatos a serlo), las llamadas 'magnetoestrellas' o 'magnetares', que tienen un campo magnético 100 billones de veces más potente que el de la Tierra. Un grupo de astrónomos del Reino Unido, Alemania y España encabezados por el británico J. Simon Clark en su artículo publicado en la revista 'Astronomy & Astrophysics' aseguran haber descubierto el misterio de esta anomalía.
Usando el Very Large Telescope (VLT), en el desierto de Atacama, en el norte de Chile, los científicos detectaron un magnetar cerca de otra estrella que giraba rápidamente. Supusieron que estos objetos antiugamente habían sido dos estrellas en una órbita compartida. La interacción entre ellas causó que una integrante de la pareja girara cada vez más rápido hasta que explotó y se convirtió en una supernova, originando una estrella de neutrones y expulsando a la otra estrella. Este giro adicional en la estrella progenitora podría haber sido suficiente para que la estrella de neutrones adquiriera más poder magnético, convirtiéndose en un magnetar, suponen los astrónomos.
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